Según los portales especializados, “The Walking Dead” es una
serie de televisión basada en una historieta creada por Robert Kirkman, en ella
se describe la vida durante las semanas y meses luego de un desastre
postapocalíptico en el que la
civilización como la conocemos ha desaparecido debido a un inexplicable
fenómeno que hace que las personas muertas se pongan en pie y ataquen a las
personas vivas, transformándolas a su vez en "caminantes muertos"
(walking dead).
Ahora bien, aun encontrándonos en una etapa que ya es de por
sí una transición luego de lo ocurrido el 23 de enero de 2019, sintiendo que
estamos por salir de éstos 20 años nefastos, no se puede ocultar la gravísima
situación de desajuste económico y social por la que estamos atravesando al menos
el 90% de los venezolanos en la actualidad, la cual nos hace estar en presencia
de situaciones que parecen de mentira, tal como se narra en la serie de
televisión antes mencionada; sin lugar a dudas se hace casi imposible recordar
que vivimos tiempos mejores.
El transitar por una calle o avenida de cualquier ciudad de
nuestro país en estos tiempos, hace que inmediatamente pensemos en la cantidad
de trastornos que puede estar sufriendo el venezolano, ese venezolano de a pie,
el que no tiene “Camionetotas” último modelo, que anda a duras penas guindado
en un autobús de pasajeros o en una “Perrera” y tampoco tiene avionetas para ir a hacer mercado a las islas
del caribe como si lo hacen los jerarcas del mal gobierno.
La gente en las calles ya no camina como antes con la cabeza
erguida en alto, por el contrario andan con la cabeza baja y mirando justamente
como “Muertos Vivientes” las bolsas y el contenido que otros llevan en sus
manos; como el policía de la serie, vamos descubriendo ese temor arrollador que
tal vez puede ser más mortal que los zombis que están alrededor de los
protagonistas en el drama televisivo.
Es importante señalar que según varios estudios la situación
alimentaria en Venezuela se viene deteriorando desde 2012, irónicamente ese fue el año en que la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación)
otorgó el primer reconocimiento a Venezuela por "haber alcanzado
anticipadamente la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio número uno
(ODM-1), dicho objetivo no es otro que el de reducir a la mitad la proporción
de personas que padecen hambre para el 2015; pues hoy a 2019 el régimen al
menos por vergüenza debiera de regresar el reconocimiento ya que por el
contrario la pobreza y el hambre han calado el toda la nación, sabemos que no
lo hará.
El deterioro de la situación alimentaria, nutricional y de
salud en Venezuela se ha profundizado significativamente en los últimos 4 años,
cuando justamente los indicadores de alimentación, nutrición y salud han
presentado cifras nunca antes vistas en Venezuela, con el surgimiento de
fenómenos que expresan situaciones extremas de inseguridad alimentaria y hambre
en toda la población, en especial en los grupos vulnerables como los ancianos y
menores lo que constituye incluso una tentado contra la vida misma convirtiendo
a los responsables en violadores de derechos humanos ni más ni menos.
El problema no es solamente económico que ya es grave, el
deterioro de la calidad de vida es tal que prácticamente los hábitos de consumo
del venezolano ya no son los mismos, los altos precios en los alimentos que
antes eran básicos han alterado hasta lo que se come día a día, hoy abundan en
los platos los carbohidratos y lo que predomina es la ausencia de proteínas
tanto animal como vegetal lo que está trastornando también nuestra salud
mental, física y emocional, todo está
siendo destruido, están surgiendo patologías de todo tipo, que se reflejan en
el ámbito laboral, social, familiar y que van afectando finalmente nuestra
cotidianidad.
Vale la pena destacar que aun cuando el aumento del salario
mínimo decretado inconsultamente parece mucho, por el contrario es una piedra
más para la tumba de muchos, el poder adquisitivo lejos de incrementarse se ha
reducido en al menos 77%, lejos de mejorar la situación vemos como el régimen
ya lleva 26 intentos tratando de poner freno al aspecto inflacionario y no lo
ha logrado, ésta vez tampoco lo hará y por el contrario se incrementará la
pobreza al igual que la escasez de más de un producto.
Por el momento con todos los apoyos de la comunidad
internacional al proceso de cambio iniciado, debemos enfocarnos en lo que
vendrá, apenas ocurra el cambio real se debe tomar una decisión económica de
impacto directo como el caso de la dolarización de la moneda por ejemplo,
medida que permitiría a corto plazo elevar la producción y rápidamente
recuperar la calidad de vida de los ciudadanos, esa sería una salida efectiva y
comprobada para volver a ser parte de lo que un día fuimos aunado a la justa y
correcta distribución de la ayuda humanitaria que llegará también, luego de
enderezar el rumbo quizás volvamos al Bolívar, así de simple y sencillo.
Reinaldo Aguilera R. @raguilera68