El rescate de la democracia y la forma de vivir en nuestro país debe convocar a todos a quienes creemos que eso es posible. Sin embargo, observamos con gran preocupación, como en los últimos días de éste convulsionado 2017, por distintos motivos o razones, mucha gente ha llegado a niveles inimaginables de angustia al observar que la hiperinflación está acabando con todo. Mientras unos tratamos de sembrar esperanza, confianza y ganas de luchar aunque sea realmente difícil, otros van en la dirección contraria, la de la división, confrontación e incluso la desesperanza.
Lo que debiera prevalecer entre los venezolanos que perseguimos un mismo fin, que no es otro que acabar con la dictadura actual y enrumbar al país hacia caminos mejores, para ello hay que entender que debemos dejar a un lado la individualidad y enfocarnos en un trabajo colectivo, ese debería ser el enfoque de todos.
En medio de las Navidades más tristes y preocupantes de muchísimos años en nuestra Venezuela, no dejamos de pensar que el año 2018 que está al doblar la esquina, debe ser el año final de este desastre del cual debemos aprender, para que no se repita.
Los tiempos que estamos viviendo nos obligan a trabajar en unión permanente, siempre con la brújula en dirección del enemigo común, ¡sí, del enemigo mas no adversario!, porque quienes tienen el poder actualmente quieren definitivamente acabar con la institucionalidad y con todo lo que les estorba, para fundar un Estado sin principios ni fines distintos a los que ellos persiguen.
La crisis que se está viviendo debe impulsar a todos los sectores a unirse seriamente y buscar una salida real a lo que sucede, los abusos del régimen van más allá de lo que la gente se imagina, a algunos tomó por sorpresa lo decidido por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, mediante la acción de eliminar las alcaldías metropolitanas que tienen base constitucional, créanme a otros no nos agarró por sorpresa, pues sabemos que así actúan.
Ante el panorama, lo que nos queda es buscar lo que no debemos perder y menos permitir que nos roben, que no es más que la esperanza, la de tener un mejor país que el actual, la esperanza de tener una vida diferente, una vida acorde con lo que nos merecemos sin dadivas o regalos, una vida digna de verdad y no de mentira y falsedad como la vociferan los fanáticos del mal gobierno.
Lo que debiera prevalecer entre los venezolanos que perseguimos un mismo fin, que no es otro que acabar con la dictadura actual y enrumbar al país hacia caminos mejores, para ello hay que entender que debemos dejar a un lado la individualidad y enfocarnos en un trabajo colectivo, ese debería ser el enfoque de todos.
En medio de las Navidades más tristes y preocupantes de muchísimos años en nuestra Venezuela, no dejamos de pensar que el año 2018 que está al doblar la esquina, debe ser el año final de este desastre del cual debemos aprender, para que no se repita.
Los tiempos que estamos viviendo nos obligan a trabajar en unión permanente, siempre con la brújula en dirección del enemigo común, ¡sí, del enemigo mas no adversario!, porque quienes tienen el poder actualmente quieren definitivamente acabar con la institucionalidad y con todo lo que les estorba, para fundar un Estado sin principios ni fines distintos a los que ellos persiguen.
La crisis que se está viviendo debe impulsar a todos los sectores a unirse seriamente y buscar una salida real a lo que sucede, los abusos del régimen van más allá de lo que la gente se imagina, a algunos tomó por sorpresa lo decidido por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, mediante la acción de eliminar las alcaldías metropolitanas que tienen base constitucional, créanme a otros no nos agarró por sorpresa, pues sabemos que así actúan.
Ante el panorama, lo que nos queda es buscar lo que no debemos perder y menos permitir que nos roben, que no es más que la esperanza, la de tener un mejor país que el actual, la esperanza de tener una vida diferente, una vida acorde con lo que nos merecemos sin dadivas o regalos, una vida digna de verdad y no de mentira y falsedad como la vociferan los fanáticos del mal gobierno.
No hay que olvidar contra quienes luchamos y tampoco el objetivo que perseguimos; partiendo de eso, mi llamado es a redoblar los esfuerzos, desde cada plano en el cual los demócratas nos encontremos, eso toca a todos.
En cuanto a lo electoral, el fraude que continuamente comete el CNE hay que contrarrestarlo, seguir demostrando que sí es real y lo cometen abiertamente ya que la comunidad internacional sabe lo que ocurre y mantendrá los ojos puestos en nuestro país.
De darse el proceso electoral presidencial en 2018, la vigilancia será mucho más férrea de lo habitual y para eso hay que luchar, también es importante señalar que la obligación es resguardar todo como sea, ese trabajo será de los partidos políticos y de quienes se involucren en esa tarea, el apoyo de observadores internacionales verdaderamente neutrales será determinante.
El régimen actual es antielectoral, tracalero y tramposo, engaña a todos y con todo incluyendo a sus propios partidarios, la muestra está a la vista, para el proceso municipal ofrecieron perniles, regalos, comida y no cumplieron, esa es la marca de fábrica de la “Revolución Bonita”.
Como siempre digo, un paso a la vez, si de aquí a allá el mal gobierno ejecuta otros tipos de fraude, tendremos que actuar en consecuencia, con el respaldo necesario basados en la Constitución y en el terreno democrático como debe ser.
Finalmente y para cerrar deseo agradecer a todos por permitirme entrar en sus espacios durante el año que ya culmina, ustedes los lectores son la razón para seguir escribiendo, explicando y dando a conocer todo lo que sea posible de nuestro acontecer nacional, en segundo término mis respetos también para aquellos amigos de los diferentes medios y portales que tan amablemente publican mis columnas, reciban mi abrazo fraterno para que tengan un 2018 lleno de lo mejor tanto para ustedes como para sus seres queridos, a todos GRACIAS. Nos leemos el año que viene así de simple y sencillo.
En cuanto a lo electoral, el fraude que continuamente comete el CNE hay que contrarrestarlo, seguir demostrando que sí es real y lo cometen abiertamente ya que la comunidad internacional sabe lo que ocurre y mantendrá los ojos puestos en nuestro país.
De darse el proceso electoral presidencial en 2018, la vigilancia será mucho más férrea de lo habitual y para eso hay que luchar, también es importante señalar que la obligación es resguardar todo como sea, ese trabajo será de los partidos políticos y de quienes se involucren en esa tarea, el apoyo de observadores internacionales verdaderamente neutrales será determinante.
El régimen actual es antielectoral, tracalero y tramposo, engaña a todos y con todo incluyendo a sus propios partidarios, la muestra está a la vista, para el proceso municipal ofrecieron perniles, regalos, comida y no cumplieron, esa es la marca de fábrica de la “Revolución Bonita”.
Como siempre digo, un paso a la vez, si de aquí a allá el mal gobierno ejecuta otros tipos de fraude, tendremos que actuar en consecuencia, con el respaldo necesario basados en la Constitución y en el terreno democrático como debe ser.
Finalmente y para cerrar deseo agradecer a todos por permitirme entrar en sus espacios durante el año que ya culmina, ustedes los lectores son la razón para seguir escribiendo, explicando y dando a conocer todo lo que sea posible de nuestro acontecer nacional, en segundo término mis respetos también para aquellos amigos de los diferentes medios y portales que tan amablemente publican mis columnas, reciban mi abrazo fraterno para que tengan un 2018 lleno de lo mejor tanto para ustedes como para sus seres queridos, a todos GRACIAS. Nos leemos el año que viene así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68