Aún con el sabor amargo producto de lo acontecido el
pasado 15 de octubre, se hace necesario
expresar lo que uno siente al respecto y algo que tiene mayor importancia, ser
canal para todos aquellos que no tienen acceso a hacerlo, en muchísimos sitios
durante la semana que culmina he podido conversar y palpar la realidad de gran
cantidad de gente, lo resumo en pocas palabras, indignación, incredulidad,
sorpresa, rabia, molestia, entre otras.
Sin lugar a dudas todos tienen razón, pero es importante
explicar que lo ocurrido no es solamente producto del azar o de la UNIDAD por
ir a un proceso sin muchas garantías que digamos.
Ahora bien, a modo de reflexión en primer término,
debemos indicar y lo hago aunque muchos no estén de acuerdo, el deber de los
que creemos en democracia es Votar, así lo
hicimos muchos, pero lo cierto es que también muchos no acudieron a la cita y
eso tuvo su peso, por lo que me atrevo a afirmar que si los ciudadanos hubieran
participado “masivamente” en las elecciones regionales, el resultado fuera otro
y la presión fuera del otro lado.
Sin
embargo, a pesar de las distintas opiniones, el asunto de fondo no es otra cosa,
que la actuación fraudulenta de un CNE y de la generalidad de los involucrados
en el evento electoral, cabe destacar que incluso por parte de algunos testigos
de la UNIDAD que se prestaron para lo que se ha considerado el fraude más
grande en la historia de los procesos electorales celebrados en el país.
Las
distintas cosas ocurridas durante la jornada del 15 de octubre, nos lleva
ineludiblemente a pensar que los resultados hacen que el partido de gobierno
haya obtenido un triunfo viciado; cosas tales como sobornos, amenazas, apagones
sectorizados en muchos estados, reubicaciones 24 horas antes de la elección, incumplimiento
de los protocolos de sustitución de máquinas de votación, desfiguración del
“Voto Asistido” convirtiéndolo en un “Voto Vigilado” por agentes del PSUV,
convirtieron el proceso electoral en un acto obligado incluso para los seguidores
del gobierno.
Cuando
hablo de que prácticamente todos los involucrados en el proceso tuvieron que
ver con los resultados, llama poderosamente la atención por solo dar un
ejemplo, que los Miembros de Mesa de gran cantidad de Centros de Votación por
ejemplo, eran miembros de las famosas “Unidades de Batalla Hugo Chávez” de esos
sectores, lo que pone en duda el famoso sorteo efectuado por el CNE, ya que
ciudadanos de oposición eran muy pocos en comparación con los miembros de las
UBCH.
Otro
aspecto a resaltar es que ante cualquier irregularidad o violación de la ley
electoral, ni los representantes del CNE, ni los del Plan República actuaron,
lo que nos lleva a afirmar que incluso los números o cifras hayan podido haber
sufrido alguna modificación posterior y nadie pudo hacer nada; allí tenemos el
caso en el estado Bolívar, actas de escrutinio manuales sumaron votos al que
iba perdiendo y lo convirtieron en ganador, 48 horas después del proceso.
Lo
vivido simplemente nos hizo testigos del
mal comportamiento de un CNE, que actuó contrario a lo que establece la ley de procesos
electorales y la Constitución, dejando de garantizarle los derechos a los electores
como debe ser.
Finalmente
aquí lo que queda evidenciado, es que todo el sistema electoral tiene que ser
revisado a profundidad, los vicios y las irregularidades ya son grotescos,
también es importante señalar que la gente, los electores tienen que madurar en
cuanto a la responsabilidad de elegir libremente o de dejarse manipular u
obligar por miedo a dejar de percibir las migajas de un gobierno tracalero y
hambreador que ha destruido el aparato productivo de una nación con un
potencial tan grande como Venezuela, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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