La semana
pasada, una vez más todos vimos el rostro de la maldad, ya no solo fueron los
venezolanos, el mundo entero observó todo a lo que millones de ciudadanos nos
hemos enfrentado durante años en el país suramericano, se pudo ver la cara del
régimen que se auto denomina, “Revolución Bolivariana” e inclusive “Revolución
Bonita”, ésa que predica “Paz” mientras ejecuta acciones como la quema de
camiones cargados de insumos médicos y alimentos, que también reprime y asesina
a la luz del día a quienes se le enfrentan como ocurrió en Santa Elena de
Uairén en el estado fronterizo de Bolívar o en Ureña estado Táchira, pegado a
Colombia.
Por otra
parte, es el mismo régimen que durante 20 años ha manejado fortunas y también
se ha apropiado de ellas; el caso de Nervis Gerardo Villalobos por ejemplo,
quien fuera viceministro Energía
Eléctrica de la República Bolivariana de Venezuela, detenido por la Brigada
Central de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la
Policía Nacional Española, por poseer en territorio español entre otras cosas
40 Villas en la ciudad de Marbella que ascienden a costos que oscilan entre 5 y
6 millones de euros y en paralelo también 10 apartamentos en la zona de
Salamanca en Madrid y vehículos valorados en 220 mil euros, bienes adquiridos
según las autoridades con dinero de dudosa procedencia; todo lo anterior según
las investigaciones se pudo demostrar luego que proviene de “Comisiones”
otorgadas al señor Villalobos por ayudar en la colocación de dineros de la
estatal petrolera PDVSA en la banca de Andorra.
Lo descrito
anteriormente es solo un caso de los miles que existen y que tienen como
protagonistas a personeros del régimen Chavo/Madurista directamente o a
familiares y amigos de éstos; solo con recordar el caso de los llamados
“Sobrinos Flores” seguramente se les refrescará la memoria respecto a la
magnitud de lo que es la “Revolución”, que ya se conoce en el planeta entero
como la “Corrupción Roja”.
El
entramado de corrupción es tan grande que las autoridades del Departamento del
Tesoro de EE.UU. ha creado una unidad especial solo para atender los casos de
la Venezuela Chavista; que tiene entre los más investigados al mismísimo Rafael
Ramírez, a quien ya lo precisó la justicia con haberlo declarado culpable nada
más y nada menos que de un delito de extorción, debiendo pagar 1.420 Millones
de dólares y quizás pisando ya una cárcel.
Ahora bien,
visto el grado de altísima corrupción y como ha hecho daño a todo un país, es
definitivamente necesario dar un viraje y buscar la dirección correcta; es
indudable que durante la era Chavista hemos sido testigos de lo que podemos
llamar una quiebra generalizada de los valores morales en la sociedad
venezolana, me refiero a que ha tocado tanto la vida política como la privada
de la gente, es decir ha permeado tanto en el aspecto político como en el del
ciudadano común, en el administrador y en el administrado.
Podemos
asegurar entonces que el daño ha sido tal, que mientras años atrás la
inmoralidad de la clase política contrastaba con el modo de ser y comportarse
de la mayoría del ciudadano medio, hoy no es así, para éste momento por el
contrario el Chavismo se ha encargado de hacer casi una normalidad el que se
actúe incorrectamente, en que el trato cordial del venezolano se quede en el
olvido y sea sustituido por el mal trato incluso en sectores de la
administración privada, no se diga en el sector público lo que sucede.
Si queremos
que efectivamente Venezuela cambie y se enrumbe hacia un sendero de bien y
prosperidad, tenemos que efectuar una renovación tanto en lo político como en
lo social, en lo público como en lo privado, esto sin duda causará efecto en lo
cultural, deportivo y a todo nivel mejorándonos como sociedad.
Finalmente
debemos tener claro que el componente ético debe estar presente en cualquier
administración o gobierno futuro, es la única manera de corregir y rescatar lo
que aún queda de reserva moral de la ciudadanía en nuestra Venezuela y poder
tener verdaderamente un nuevo país.
Los actores
que vengan y asuman responsabilidades en un nuevo orden, deben tener como norte
la responsabilidad y la decencia para constituirse en verdaderos servidores
públicos y no servirse del público como lo ha hecho la “Revolución” hasta
ahora, pues las consecuencias de ello las estaremos padeciendo por un tiempo
más como una lección de vida, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68