Con todo lo que sucede en nuestro país, dirán muchos que lo
que nos faltaba era una más de las siete plagas de Egipto, pues bien, encima
del desastre económico/social que se vive a diario, por causa de las políticas
comunistas iniciadas con Hugo Chávez y continuadas por Nicolás Maduro, ahora
también un denso polvo cubrió parte del Caribe y Venezuela, no se trata de otra
cosa más allá que el fenómeno anual en el que grandes cantidades de arena
viajan grandes distancias desde el desierto del Sahara y pueden alcanzar Europa
o América.
La enorme nube de polvo del desierto del Sahara, ha
provocado que las autoridades de países de las Antillas adviertan a las
poblaciones de los riesgos, en especial a las personas con problemas
respiratorios, como ya seguramente ustedes pensarán, en Venezuela dejarán que
más de uno se enferme o muera, total para el régimen incapaz las prioridades
son otras, de carambolas el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología
(INAMEH), anunció el fenómeno y hasta allí llegó el asunto.
Lo preocupante es el hecho de que la capa de aire sahariana,
conocida más comúnmente como polvo del Sahara, es un polvillo seco que contiene
arena y micropartículas de minerales y suciedad, que afecta a quienes tengan
ciertas condiciones respiratorias, la misma viaja entre 5.000 y 15.000 pies de
altura, de allí las largas distancias que recorre.
Ahora bien, no es para menos la preocupación que tenemos
muchos, pues se sabe que la infraestructura hospitalaria del país está en el
sótano en cuanto a capacidad de reacción, los dineros catalogados en millones
de dólares, invertidos en el invento de los CDI administrados por cubanos, dejó
a los hospitales prácticamente en el abandono, sumando a eso la pésima
administración que desde el Ministerio del ramo se ha ejercido en los últimos
20 años al menos, por lo que el venezolano común queda desamparado frente a
cualquier cosa de mayor magnitud que una gripe.
La llegada del Coronavirus, sorprendió al país sin defensas
e hizo que el régimen inventara lo que fuera para aparentar tener control sobre
la situación, una situación que está en terapia intensiva desde hace rato; el
carácter letal del COVID-19 reside tanto en el virus mismo como en su capacidad
de desbordar rápidamente los servicios clínicos de cualquier país y Venezuela
en los actuales momentos no escapa de ello, por eso el mal gobierno miente, lo
hace en todo momento pues sabe que no tiene otra manera de responder ante la
calamidad.
La verdad es que por más que Maduro y su equipo intenten
apurarse, decretando cuarentena en todo el país y tratando de reaccionar ante
la situación, ya por desgracia parece ser muy tarde, Venezuela está una
emergencia constante, lo evidente de la inoperancia oficial, de derroche y
corrupción de ya casi 22 años, tiene un fuerte impacto en el presente, con
consecuencias todavía más criminales que las de una guerra.
Bien lo dijo Don Mario Vargas Llosa, cuando afirmó que la
“revolución bolivariana” liderada por el fallecido Hugo Chávez, desaparecerá
derrotada por la realidad que vive el país, hundido en altos índices de
criminalidad, corrupción, miseria y destrucción.
Según Vargas Llosa, "ese híbrido ideológico que Hugo
Chávez maquinó, llamado la revolución bolivariana o el socialismo del siglo
XXI, comenzó ya a derrumbarse, a descomponerse y destruirse por dentro".
Y desaparecerá más pronto que tarde, derrotado por la
realidad concreta, la de una Venezuela, el país potencialmente más rico del
mundo, al que las políticas del caudillo dejaron empobrecido, fracturado y
enconado, con la inflación más alta del continente", agregó el premio
Nobel de Literatura del 2010.
Sin embargo, aún con lo que indica el Premio Nobel, las
dudas al respecto se acentúan y la tragedia se agiganta con el paso de los
días, no se observa esperanza en el corto plazo y parare mate al Presidente de
EEUU se le va el yoyo y dice en una entrevista en la propia Oficina Oval de la
Casa Blanca, que ya Guaidó no le genera confianza y que está pensando en
reunirse con Maduro para ver cómo es la cosa; el panorama luce oscuro.
Lo cierto es que, con el acontecer de éstos días recientes,
sentimos que Venezuela está quedando tapiada bajo las arenas de ese desierto
que luce tan lejano pero que nos está causando mucho daño, la capacidad de
aguante no es infinita, esperemos que la gente tanto los que se quedaron como
los que nos tuvimos que ir soporten por más tiempo y salgamos todos juntos del
largo laberinto en el que nos sumió el Chavismo y el error histórico de muchos
compatriotas que pensaron en que la salida era elegir al fantasma de Sabaneta,
no fue así y las consecuencias las estamos viviendo en conjunto, así de simple
y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68