El rescate de la democracia y la forma de vivir en nuestro país debe convocar a todos a quienes creemos que eso es posible. Sin embargo, observamos con gran preocupación, como en los últimos días por distintos motivos o razones, mucha gente ha llegado a niveles de insultos que, a mi modo de ver, son muy altos. Mientras unos tratamos de sembrar esperanza, confianza y ganas de luchar en el terreno que nos compete, otros van en la dirección contraria, la de la división y confrontación. Lo peor es que los ataques van dirigidos a personas del mismo bando, ¡sí! de bandos hablamos.
Lo que debiera prevalecer entre los venezolanos que perseguimos un mismo fin, que no es otro que acabar con la dictadura actual y enrumbar al país hacia caminos mejores, es entender que debemos dejar a un lado la individualidad y enfocarnos en un trabajo colectivo y, repito, desde el terreno que cada quien maneje o en el que mejor se desenvuelva.
En lo particular, mi trabajo es técnico y lo desarrollo en el área electoral, el cual aunque parece fácil no lo es. Soy incapaz de opinar más allá de lo que me corresponde cuando no tengo experticia en alguna otra disciplina, pero con asombro y quizás hasta sorpresa, me doy cuenta que del lado de la oposición como que los analistas electorales son incalculables. Todo el mundo maneja la materia, lo digo con propiedad, lo increíble es que esos “analistas” no agrupan esfuerzos en sumar o multiplicar, sino en restar y dividir.
No resto importancia a los aportes de muchos, pero siempre dentro de la observancia de las buenas costumbres y de algo que aquí como que se perdió, la tolerancia al igual que el respeto, que son las bases sobre las cuales se sustenta la ética y la moral en cualquier campo y en cualquier época.
El respeto hacia los demás significa respetar sus diferencias, aceptar que somos personas distintas, con experiencias, culturas, ideologías y puntos de vista disímiles en alguna materia en particular. La tolerancia es un terreno que se hace difícil ubicar o precisar, pero al hacerlo nos encontramos con que es sumamente importante porque es la que garantiza la convivencia entre personas.
Si partimos del hecho de que todos somos, actuamos y opinamos de modos diferentes, nos damos cuenta de que para poder convivir, debemos ser tolerantes los unos con los otros; de modo tal que en lo que a mí respecta, una persona que es tolerante es digna de mi admiración ya que es capaz de aceptar las diferencias de opinión y destaca así su capacidad integradora.
Los tiempos que estamos viviendo nos obligan a trabajar en unión permanente, siempre con la brújula en dirección del enemigo común, ¡sí, del enemigo mas no adversario!, porque quienes tienen el poder actualmente quieren definitivamente acabar con la institucionalidad y con todo lo que les estorba, para fundar un Estado sin principios ni fines distintos a los que ellos persiguen.
Hoy culminó el lapso de postulación para las elecciones regionales que muchos ven como algo terrorífico, para ser exactos desde el 30J cuando el CNE cometió fraude. Pero antes, esos mismos que hoy critican ir al proceso pedían a gritos elecciones, que por cierto están vencidas.
En tal sentido, sostengo y mantengo la posición de que dichas inscripciones no validan automáticamente la ANC como muchos quieren hacer ver. El cubrir ese espacio y arrinconar al régimen electoralmente hablando no constituye una vía aparte de cualquier otro medio de protesta, como la calle por ejemplo. Un dicho simple lo refleja todo: “Zapatero a sus zapatos”.
Muchos no detallan que el que dirigentes en cada estado del país trabajen por sus regiones, apelando a un discurso y enfoque distinto al que maneja el oficialismo, lejos de debilitar fortalece a la unidad y a la oposición, le da mayor solidez a ese liderazgo y la dictadura se verá más acorralada, porque el terreno electoral les da pánico.
No hay que olvidar contra quienes luchamos y tampoco el objetivo que perseguimos. Partiendo de eso, mi llamado es a redoblar los esfuerzos, desde cada plano en el cual los demócratas nos encontremos. Eso toca a todos. En cuanto a lo electoral, el fraude cometido por el CNE los tiene mal, pues la comunidad internacional sabe lo ocurrido y mantendrá los ojos puestos en nuestro país. De darse el proceso electoral regional, la vigilancia será mucho más férrea de lo habitual y la obligación es resguardar todo como sea, ese trabajo será de los partidos políticos y de quienes se involucren en esa tarea.
El régimen actual es antielectoral y a menos que ocurra algo parecido a lo del 30J, es decir que vayan ellos contra ellos, debemos defender la elección. Como siempre digo, un paso a la vez, si de aquí a allá el mal gobierno ejecuta fraude, pues se actuará del modo que se tenga que actuar, por supuesto defendiendo lo ganado y no dejando pasar el fraude, dicha defensa no es mía nada más, debe ser de muchos.
Finalmente y para cerrar dejo por aquí lo que dice Neyla Saavedra acerca de la tolerancia: es “La expresión más clara del respeto por los demás”. Así de simple y sencillo.
Por: Reinaldo Aguilera