Ya no sorprende que prácticamente a diario surja un nuevo
escándalo que involucre a personas vinculadas al régimen que en éste momento
rige los destinos de Venezuela, aun así observamos como el mismo trata de
mantenerse en el poder a costa de lo que sea, el mejor ejemplo es sin duda la
fraudulenta y viciada elección presidencial que se llevará cabo el próximo 20
de mayo del presente año.
Para muchos analistas y me incluyo, así transcurren quizás
los últimos tiempos de la “Revolución del Siglo XXI”, que se derrumba con cada
aquelarre que se presenta con un nuevo amanecer.
Definitivamente en la vida todo es un ciclo, la vida misma
lo es, nacer, crecer, reproducirse y morir, así nos enseñaron en las clases de
primaria; el asunto se complica si queremos de malas maneras alterar esos
ciclos.
En lo que respecta a la educación en el hogar, sea humilde o
no, también se aplica lo del ciclo, la mayoría de los padres y madres quieren
lo mejor para sus hijos, que al menos sean seres humanos de bien, que prosperen
de manera digna en la vida, sean profesionales o no; pero definitivamente
cuando no es así, en algún momento sea tarde o temprano los que actúan
incorrectamente, caen por su propio peso.
Lo ocurrido en días recientes con la pareja conformada por
la ex enfermera del fallecido Hugo Chávez, quien posteriormente ostento el
cargo de nada más y nada menos que de Tesorera Nacional, nos hace pensar en que
los involucrados y conectados al mal gobierno Bolivariano, manejan cifras que
para cualquier mortal son incomprensibles; el caso de la Sra. Claudia Díaz es
de tal magnitud, ya que es señalada de
haber robado 2.000 millones de
dólares del patrimonio nacional, a eso me refiero con cifras que son realmente
inimaginables.
Nuestros mayores siempre han dicho que “entre cielo y tierra
no hay nada oculto” y eso es totalmente cierto; en la actualidad, en todos los
ámbitos que comprenden el mal gobierno de nuestro país, se evidencia el antes y
el ahora de quienes desde hace casi 20 años rigen los destinos de Venezuela,
las riquezas y lujos personales al igual que de familiares y allegados se notan
a distancia; basta con realizar una no tan elaborada investigación para
reconstruir acertadamente el camino desde el inicio hasta el presente y así
entender por qué no quieren dejar el poder más nunca.
Sin profundizar mucho en otros casos, ya que son
incontables, vamos a referirnos al del actual vicepresidente, el asunto del
señor El Aissami por donde se mire es
escabroso y muy difícil de explicar para los implicados, el entramado va desde
apartamentos, aviones y compañías, hasta altísimas sumas de dinero en moneda
extranjera colocadas en distintas instituciones financieras alrededor del mundo
y que actualmente se ven afectadas por las sanciones que están imponiendo
muchos países, debido a lo irregular de la procedencia de los mismos.
Observamos con sorpresa más no con mucho asombro como antes,
como van apareciendo listas de diferentes organismos de otros países, que a fin
de proteger sus sistemas financieros
imponen sanciones para evitar el ingreso de dinero mal habido a sus
territorios, recientemente hasta el propio presidente venezolano fue
incorporado a una de ellas; en tal sentido no hay lugar a dudas que en esta
materia efectivamente pareciera que todos los bandidos son rojos y no hay
espacio para más nadie.
Existen sin embargo casos en los que aún no se comprueban
hechos dolosos, pero que sin pensarlo mucho se presumen, como el del
coordinador de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos
Socioeconómicos (SUNDDE), en el estado Carabobo, quien según se dice pasa
vacaciones en Roma cuando ya el 80% de los venezolanos ni a la playa puede ir
por un día sin gastar el salario de todo un mes.
Lo que si es cierto es que la vida no perdona, los sobrinos
Flores nunca pensaron que en aquel viajecito los iba a agarrar la propia DEA
(siglas del organismo antinarcóticos de los EEUU), pero sucedió, de igual forma
ocurrió con el caso El Aissami al igual que muchos, así va a ocurrir con muchos
más que luego de darse la buena vida, terminaran con certeza al mejor estilo
del famoso Pablo Escobar, que teniendo 5 millones de dólares en efectivo en una
mesa mientras se escondía de la justicia, ni una lata de sardinas podía comprar
o como el que fue considerado el más fuerte de Irak, Ṣaddām Ḥusayn Abd al-Maŷīd
al-Tikrītī, conocido como Saddam
Hussein, quien terminó escondido en un túnel bajo tierra hasta que fue
encontrado y juzgado.
En la historia del planeta y en la de nuestra Venezuela en
específico sobran los casos, pero existe algo que es real y es una constante en
los últimos tiempos, definitivamente pareciera que todos son unos bandidos en
el actual mal gobierno, casi nadie se salva, esté en el nivel de gobierno que
esté y eso es lamentable, contra eso se debe luchar para que Venezuela recobre
el puesto que le corresponde en el llamado concierto de las naciones.
Todos tenemos que enfilar fuerzas para recuperar la dignidad
como nación, tristemente somos vistos como un país de mafiosos, en el que tiene
más valor el llamado “vivo” u “oportunista”, que se burla por sus acciones en
perjuicio de los demás, que el ciudadano que busca lograr crecer a base de su
esfuerzo y trabajo honesto, esa imagen hay que cambiarla y créanme es urgente,
el país nos lo exige, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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