Si
observamos detenidamente la situación por la que estamos atravesando al menos
el 98% de los venezolanos en la actualidad, se hace casi imposible no recordar
y mucho menos dejar de voltear la mirada
hacia atrás y reconocer que indudablemente vivimos tiempos mejores.
Para que
tengamos una idea de la magnitud de lo que sucede les explico; por ejemplo que
según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
entre 1980 y 2013 el valor del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Venezuela
aumentó de 0,639 a 0,764, lo que representa un incremento de 19,6%, que en
términos anuales representa un aumento de alrededor de 0,59%; como el IDH es un
valor que oscila entre 0 y 1, cuanto más se aproxima a 1, mayor es el nivel de
desarrollo humano. En este sentido: "Entre 1980 y 2013, la esperanza de
vida al nacer para ese lapso tan amplio, aumentó 6,4 años en Venezuela y la
media de escolaridad aumentó en 4,2 años", de igual manera hubo aumentos
significativos en varias áreas según indicaba el estudio para el momento, está
demás decir que eso hoy en día no es así.
Cabe
destacar también, que ese estudio reflejaba que junto a Venezuela, dieciocho
países latinoamericanos se encontraban en el denominado grupo alto a saber:
Uruguay, Barbados, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, Panamá, Costa Rica,
México, Brasil, Perú, Belice, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Jamaica,
Santa Lucia, Colombia, Ecuador, Surinam y Republica Dominicana. Lo que sumado a
los países de índice muy alto como: Argentina, Chile y Cuba, se podía inferir
que América Latina y el Caribe era una región de países principalmente de
índice muy alto y alto; para 2018 Venezuela está de último, fuera de toda
estadística y sin perspectiva real de crecimiento según esos estándares internacionales.
El
transitar por una calle o avenida de cualquier ciudad o pueblo de nuestro país
en estos tiempos, hace que inmediatamente pensemos en la cantidad de trastornos
que puede estar sufriendo el venezolano, ese venezolano de a pie, el que no
tiene “Camionetotas”, ni avionetas para ir a hacer mercado o turismo a las
islas del caribe o a los destinos que muy alegremente promociona el mal
gobierno, como si todos pudieran acceder a esos lujos, porque eso son para la
mayoría de los habitantes del país.
El problema
no es solamente económico que ya es grave, el deterioro de la calidad de vida
es tal, que inevitablemente caemos en cuenta que todo está trastornado, nuestra
salud mental, física y emocional, está siendo destruida, están surgiendo
patologías de todo tipo, que se reflejan en el ámbito laboral, social, familiar
y que van afectando nuestra cotidianidad.
De lo que
les vengo hablando no son inventos o posiciones a ultranza por que esté en
contra de un gobierno o sistema, es una realidad comprobable por todos los
ángulos, el concepto de “Calidad de Vida” surgió luego de la Segunda Guerra
Mundial y en el transcurso del tiempo ha sido adoptado como referente a la hora
de medir el nivel de prosperidad de un nación o sector poblacional, tenemos así
que por ejemplo según Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad de
vida es “la percepción que un sujeto tiene de su lugar de existencia, en el
amplio contexto que compone la cultura y el sistema de valores en los que se
vive, relacionados íntimamente con las expectativas de vida, en el marco de
normas”.
Es así como
la calidad de vida se debe traducir en bienestar, salud, educación, cultura,
deporte, felicidad y satisfacción de un individuo, lo que le otorga a éste una
verdadera capacidad de actuación, de sensación positiva en su vida; muy poco de
esto se encuentra presente en la Venezuela Bolivariana.
Cuando
analizamos nuestro entorno social en la actualidad, nos damos cuenta de que lo
que sucede en materia de inmigración es algo espantoso, las cifras son alarmantes,
pasamos de ser un país que recibía a todo el mundo a uno del que la gente huye,
el futuro se nos va cada día por el aeropuerto internacional que irónicamente
lleva por nombre “Simón Bolívar” en Maiquetía o por los diferentes terminales
terrestres del país; ésa es la verdadera tragedia que el Chavismo/madurismo
pretende ocultar a diario, ésas es la crisis humanitaria de la que se habla y
que por supuesto a “ellos” no afecta para nada , porque son ese 2% que tiene
todas sus necesidades de calidad de vida cubiertas al 1000%.
La
distorsión en la economía creada en gran medida por las malas políticas
implementadas por este gobierno y que han permeado hasta lo social, requiere
que se tomen acciones equilibradas, serias, correctas y que den resultados, a
corto plazo, porque lo que está en juego es el futuro.
Todo
prácticamente ha cambiado, la alimentación, el modo de vestir, el tener que
optar a realizar actividades recreativas no tradicionales, los Centros
Comerciales ya no son lugar de encuentro, en fin la vida nos ha cambiado y
tenemos la responsabilidad de buscar un futuro mejor, hacia eso hay que
apuntar.
Por ahora y
en medio de todo lo que nos rodea les digo que la mayoría de nuestros problemas
como ciudadanos tienen solución, sí tenemos futuro; pero no habrá solución
efectiva ni futuro real si no ocurre un cambio político que nos permita
abandonar el rumbo equivocado en materia económica y deslastrarnos de la
nefasta ideología que destruyó al país y convirtió a nuestra Venezuela en el
desastre que es hoy, así de simple y sencillo.
Reinaldo Aguilera R. @raguilera68
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