El llamado
“Estado de Derecho”, está formado por dos componentes según tradicionalmente lo
conocemos: en primer lugar tenemos el Estado (como forma de organización
política) y en segundo término el Derecho (como conjunto de las normas que
rigen el funcionamiento de una sociedad); en estos casos, por lo tanto, el
denominado poder del Estado, se encuentra limitado siempre por el Derecho, al
menos es el deber ser.
De lo
anterior se desprende que para que una sociedad funcione y avance, desde el
propio Estado hasta el último de los ciudadanos deben estar y adecuar sus
acciones a las normas que dictan tanto la Constitución, como las leyes y
reglamentos; el asunto se complica y se tergiversa cuando sin importar nada, se
pretende interpretar la ley a favor o en contra dependiendo de la
circunstancia, poniendo al derecho sencillamente al revés, vulnerando
igualmente los derechos en general de todos los ciudadanos tal y como está
sucediendo en estos momentos en Venezuela.
Al respecto
vale la pena destacar, algo que se describe muy bien en el libro llamado
“Dictadores” escrito por Richard Overy, en el cual se relata incluso como se
manejó el aspecto del derecho durante la Alemania Nazi y como de una forma
bastante brusca se derrumbó el “Estado de Derecho” dejando en total minusvalía
a los ciudadanos alemanes, generando la violación de derechos humanos y de toda
índole más grande de la historia para aquella época.
Desde el
mismo momento en que los nazis obtuvieron el poder, se produjo un violento
choque entre la ley y el estado; todo esto debido a que en ninguna dictadura el
estado deja de estar sometido a alguna forma de control judicial, en dictadura
las leyes son impredecibles, manejable e incluso moldeables a los designios de
la clase dominante del momento.
Por lo
tanto el abuso del mismo derecho fue una característica imperante durante los
años de la dictadura de Hitler y el nacionalsocialismo; lo más increíble es que
los jueces y operadores jurídicos durante la dictadura nazi, no consideraban
que hacían nada ilegal o inmoral, por el contrario concebían el Derecho como la
idea correcta y fundamental de acuerdo a los planteamientos del Estado Nazi,
las consecuencias de tan actitud son mundialmente conocidas y la historia las
sigue juzgando aun hoy en día.
En nuestra
Venezuela nos encontramos en la actualidad ante una desviación tal, que se está
atentando contra la propia democracia y la vida de todos los ciudadanos de
nuestro país, de eso no hay ninguna duda, más aún si tomamos en cuenta que un
estado realmente democrático, está definido como “el gobierno de las mayorías,
el gobierno del pueblo y para el pueblo”, lo anterior está absolutamente
vulnerado en este momento.
El sistema
democrático correctamente aplicado permite por consiguiente la participación
del pueblo en la esfera del gobierno, generalmente por medio del sufragio,
igualmente ejercer control sobre la toma de decisiones de sus representantes;
en cuanto a esto ustedes saben la respuesta a lo dicho, con un CNE e
instituciones secuestradas simplemente no aplica.
Definitivamente,
los gobernantes actuales en Venezuela, aún se comportan como años atrás, en los
cuales hacen lo que les da la gana, pues el control desenfrenado de todo se los
permite, aunque la Asamblea Nacional trate de hacerles frente, con el parapeto
de la Asamblea Constituyente ellos lo contrarrestan.
El tiempo
de manejar todo sin control se acabó, quizás ellos no lo saben, la presión
internacional existe y se hace sentir poco a poco, lo ocurrido la semana pasada
en la ONU es muy importante, sabiendo y entendiendo eso, es que nos damos
cuenta del porqué del modo de actuar y de buscar apoyarse en instancias
internacionales da sus frutos.
Por lo
pronto, lo todo lo que ocurre a diario y que uno trata de explicar, viene a ser un capítulo más que se anexa
a la oscura historia de los “Años
Revolucionarios del Siglo XXI”, años de involución para nuestro país.
Existen
días en los cuales todo se ve oscuro, pero pronto deben volver los días de
alegría y claridad para muchos, de eso no dude nadie, muchos desean que
Venezuela sea la de antes, créanlo no lo será, de todo esto surgirá un nuevo
país, con nuevas perspectivas, basadas en la dura experiencia que nos está tocando
vivir, un país que dará una demostración de civismo y ciudadanía, al que le
tocará demostrar al mundo que la mayoría de sus ciudadanos quiere progresar y
avanzar, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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