Los eventos que se presentan a todo momento en nuestro país
y fuera de él, nos obligan a estar informados prácticamente minuto a minuto de
todo lo que pasa; los casos de corrupción, de tráfico de droga y de lavado de
dinero están en las noticias prácticamente a diario y los involucrados en su
gran mayoría son personas vinculadas o a las gestiones de Hugo Chávez o a la de
Nicolás Maduro, pero como el avestruz los responsables fingen demencia y
esconden la cabeza, como si no sucediera nada.
Así como existen los asuntos referidos anteriormente,
tenemos la situación de colapso nacional que se evidencia en todos los aspectos
del servicio público y de normal gobernabilidad de un país; para que entendamos
lo que sucede, voy a comentarles algo que sucedió en 2016 y que deseo
recordarlas comenzando con la que yo considero más importante por su
trascendencia, ocurrió durante la grata visita de los expresidentes Lech Walesa
de Polonia y Oscar Arias de Costa Rica, ambos Premios Nobel de la Paz en 1983 y
1987 respectivamente, y de Nontombi Naomi Tutu, hija del Obispo de Suráfrica y
también premio Nobel, Desmond Tutu; al igual que Ndaba Mandela, nieta de nada
más y nada menos que de Nelson Mandela quien en 1993 recibiera igualmente el
premio por haber logrado negociar y poner fin al “Apartheid” que cubría a su
querida Sudáfrica.
Para la ocasión se celebró una sesión especial en la
Asamblea Nacional, en la cual el expresidente Arias señaló muy acertadamente
durante su intervención que y cito: “de la liberación de Leopoldo López y demás
presos políticos, dependerá que Venezuela sea vista en el plano internacional
como una democracia que respeta los derechos humanos”; como vemos el asunto de
los Derechos Humanos más bien se ha agudizado a los ojos de la comunidad
Internacional, el expresidente Arias también hizo un llamado a la
reconciliación y al encuentro entre los venezolanos, como fórmula social para
salir de la crisis moral y de valores en la que nos encontramos, haciendo
hincapié en que sí saldremos de la crisis, pero habrá que hacer sacrificios y
asumir posiciones muy duras, pero necesarias, simplemente nada de lo planteado
se ha cumplido y por el contrario hoy en 2018 estamos mucho peor.
En este orden de ideas fue muy satisfactorio lo ocurrido
luego de la salida de las instalaciones de la asamblea, cuando el expresidente
y Premio Nobel de la Paz, sin temor
alguno decidió palpar de primera mano la situación de las colas en los
supermercados y el desabastecimiento que vivimos a diario los venezolanos, pidió
a los encargados de su seguridad protocolar que estacionaran el vehículo y
descendió directo a conversar con las madres, padres y ancianos que sufren el
humillante trato de estar 8 o 10 horas en una cola, solo para comprar uno o dos
productos; llegando a la fría pero dura conclusión de que “No existe
conspiración alguna de ningún imperio que justifique tal situación, más que un
gobierno desastroso, corrupto y sin control”, dicha situación se mantiene y ha
traído muertes y desgracias a lo largo y ancho de toda Venezuela.
Siguiendo en el mismo tema del que habló el expresidente
Arias, se pronunció también el expresidente Walesa, pero siendo mucho más
directo ante la coyuntura que se respira en el ambiente de nuestro país, señaló
que cito: “Si no hay entendimiento, todo puede terminar en una Guerra”, suena
fuerte, diría yo que demasiado para algunos, pero resulta que con lo vivido por
el expresidente Walesa durante su vida política, en la Polonia de finales de
los setenta y los años ochenta, frente a un país cuyo estado comunista no
permitía prácticamente nada fuera de su control, tiene mucha razón en
recomendar que lo mejor es sentarse, dialogar y buscar acuerdos entre las
partes, eso sí, deben haber condiciones
ciertas y representantes serios de ambas partes, dispuestas a efectuar
concesiones reales y sin mentiras, hasta ahora eso no ha ocurrido.
El tiempo no se detiene y las cosas sean buenas o malas
siguen avanzando, las noticias ya no sorprenden a muchos pero las acciones se
están tomando a nivel mundial para seguir develando la oscura trama de delitos
que se han cometido a la vista y con apoyo incluso del Gobierno “Avestruz”,
pero que a nivel internacional si observan y sí buscan aplicar la ley, tal es
el caso por solo citar alguno, de lo ocurrido hace apenas unas horas en una
acción relámpago del FBI norteamericano.
La Oficina Federal de Investigación o Federal Bureau of
Investigation FBI en inglés, es la principal agencia de investigación criminal
del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, dicha oficina allanó e
incautó propiedades pertenecientes a Alejandro Andrade, excompañero de juegos
de Hugo Chávez y también extesorero de Venezuela, durante el operativo también
se confiscaron costosos caballos de carrera del ciudadano venezolano vinculado
al delito de lavado de activos.
Pues estimados lectores, ante esos dos eventos ocurridos, me
quedo con el de la visita de los expresidentes y los nietos de los premios
Nobel que cumplió 2 años, sin dejar de lado que ante tantas cosas, problemas y
situaciones, es correcto señalar que la posición del gobierno sigue siendo la
misma, ellos quizás piensen que algunos no ven lo que ocurre, yo difiero de
eso, ellos sí lo ven y sí lo saben, pero prefieren agachar la cabeza como el
avestruz, cuyo mito generalizado es que ante la presencia de peligro esconde la
cabeza en el suelo, lo cual es falso, lo más que hacen es bajarla a ras del
mismo y así pasar por desapercibidos.
Sin embargo siendo cierta o falsa, lo seguro es que como el
avestruz, el gobierno se esconde, se hace el loco y no busca solucionar los
problemas del país, de los venezolanos sean blancos, azules, amarillo o rojos,
de TODOS. Otros si estamos dispuestos a denunciar, a diagnosticar y a efectuar
propuestas, con cabeza en alto y echando el resto por nuestro país, así simple
y sencillo.
Reinaldo Aguilera R.@raguilera68
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