El rescate
de la democracia y la forma de vivir de los venezolanos en nuestro país debe
convocar a todos a quienes creemos que eso es posible. Sin embargo, observamos
con gran preocupación, como en los últimos meses de éste convulsionado 2018,
por distintos motivos o razones, mucha gente ha llegado a niveles inimaginables
de angustia al observar que la hiperinflación está acabando con todo. Mientras
unos tratamos de sembrar esperanza, confianza y ganas de luchar aunque sea
realmente difícil, otros van en la dirección contraria, la de la división,
confrontación e incluso la desesperanza, para muestra solo tenemos que analizar
con objetividad lo ocurrido en días recientes con el nuevo aumento y el
desastre con los precios que eso está generando.
Lo que
debiera prevalecer entre los venezolanos que perseguimos un mismo fin, que no
es otro que acabar con la dictadura actual y enrumbar al país hacia caminos
mejores es la unión cierta y concreta, para ello hay que entender que debemos
dejar a un lado la individualidad y enfocarnos en un trabajo colectivo, ese
debería ser el rumbo de todos, lamentablemente hasta ahora no se ha
materializado nada, esa es la verdad.
En medio de
las Navidades más tristes y preocupantes de muchísimos años en nuestra
Venezuela, con miles de familias separadas, no dejamos de pensar que el año
2019 que está al doblar la esquina y que por necesidad de supervivencia el año
2018 debe ser el año final de este desastre del cual debemos aprender, para que
no se repita.
Los tiempos
que estamos viviendo nos obligan a trabajar en unión permanente, siempre con la
brújula en dirección del enemigo común, ¡Sí, del enemigo mas no adversario!,
porque quienes tienen el poder actualmente quieren definitivamente acabar con
la institucionalidad y con todo lo que les estorba, para fundar un Estado sin
principios ni fines distintos a los que ellos persiguen, que ya sabemos que no
son de beneficio del colectivo, por el contrario es en beneficio de ellos y sus
“socios”.
La crisis
descomunal que arropa a la gran mayoría de los venezolanos, debe impulsar a
todos los sectores en un futuro cercano a unirse seriamente y buscar una salida
real a lo que sucede, los abusos del régimen van más allá de lo que la gente se
imagina, a algunos tomó por sorpresa lo decidido en su momento por la
fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, mediante la acción de eliminar las
Alcaldías metropolitanas que tienen base constitucional, créanme a otros no nos
agarró por sorpresa, pues sabemos que así actúan y actuarán en el futuro, de
eso no hay dudas.
Ante el
panorama, lo que nos queda es buscar lo que no debemos perder y menos permitir
que nos roben, que no es más que la esperanza, la de tener un mejor país que el
actual, la esperanza de tener una vida diferente, una vida acorde con lo que
nos merecemos sin dadivas o regalos, sin cajas o bonos por cualquier cosa, una
vida digna de verdad y no de mentira y falsedad como la vociferan los fanáticos
del mal gobierno.
No hay que
olvidar contra quienes luchamos y tampoco el objetivo que perseguimos;
partiendo de eso, mi llamado es a redoblar los esfuerzos, desde cada plano en
el cual los demócratas nos encontremos, eso toca a todos.
En cuanto a
lo electoral, el fraude que continuamente comete el CNE hay que
contrarrestarlo, seguir demostrando que sí es real y que lo cometen
abiertamente ya que la comunidad internacional sabe lo que ocurre y mantendrá
los ojos puestos en nuestro país, el próximo domingo son las elecciones
Municipales y con pocas excepciones pasarán por debajo de la mesa, no existe
ambiente alguno en ese sentido, el país tiene otras prioridades en este
momento.
De darse un
proceso electoral presidencial en el futuro, la vigilancia será mucho más
férrea de lo habitual y para eso hay que luchar, también es importante señalar
que la obligación es resguardar todo como sea, ese trabajo será de los partidos
políticos y de quienes se involucren en esa tarea, el apoyo de observadores
internacionales verdaderamente neutrales será determinante para garantizar que
los resultados sean confiables.
El régimen
actual es antielectoral, tracalero y tramposo, engaña a todos y con todo
incluyendo a sus propios partidarios, la muestra está a la vista, lo ocurrido
con un simple proceso como las elecciones de la Federación de Centros
Universitarios (FCU) de la Universidad de Carabobo, donde si no ganan
arrebatan, lo deja todo claro, esa es la marca de fábrica de la “Revolución
Bonita”.
Como
siempre digo, un paso a la vez, si de aquí al momento de una verdadera
elección, el mal gobierno ejecuta otros tipos de fraude, tendremos que actuar
en consecuencia, con el respaldo necesario basados en la Constitución y en el
terreno democrático como debe ser y luego llegará el gran momento en el que con
un ente electoral que garantice la transparencia y validez del voto de los
ciudadanos, podamos decidir y definir nuestro futuro, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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