El Consejo
Nacional Electoral (CNE), en teoría, es el organismo que rige el Poder
Electoral, el cual es uno de los 5 poderes en el que se divide el Poder Público
de Venezuela.
El CNE es
responsable y garante de la transparencia de los procesos electorales y
refrendarios que se llevan a cabo en la nación; sí leyeron bien, es -el
responsable de organizar y normar todos los procesos de índole electoral en
nuestro país- y por consiguiente, responsable también de responder por que cada
uno de los ciudadanos habilitados según el denominado registro electoral, se
exprese y manifieste su voluntad a través del voto.
Si lo
anteriormente referido es así, entonces se entiende perfectamente parte de la
exacerbación de la crisis que vive actualmente Venezuela; lo digo, porque
sencillamente no se entiende entonces, que teniendo en “teoría” las
atribuciones claramente definidas, el CNE con base a toda clase de argumentos
trabaja y se enfoca permanentemente en manejar los procesos electorales aunque
sean casi nulos por la falta de participación como el celebrado hace horas y
también por consiguiente niega el derecho a elegir, esa es una realidad.
Con mucha
preocupación observamos cómo cada actuación del máximo ente electoral, lo que
hace es coartar las salidas que establece la constitución como mecanismos de
solución de conflictos, porque no es solamente votar, es que exista
credibilidad en los resultados y en la expresión genuina de los electores.
Ya nos
encontramos entrando en el último mes del año 2018, todo el foco de “atención”
lo tiene la gris Elección Municipal convocada por la Asamblea Constituyente en
la que nadie cree, cuyos resultados aún en varios sitios se están procesando
como el caso del municipio Baruta del estado Miranda en cuya cámara municipal
se perdió la mayoría histórica de la oposición y de 11 concejales 9 ahora serán
del partido de gobierno PSUV y solamente 2 de la oposición, es decir que sin
duda alguna habrán profundos cambios en esa emblemática zona del Este
Caraqueño.
Es
realmente lamentable que de ser cierto lo manejado por varios medios, entes
externos definen y deciden lo que le corresponde al CNE y en consecuencia este
año lo que se ha realizado en la materia ha sido ejecutado pero no planificado
plenamente por la autoridad electoral
como debe ser.
Igualmente
es bueno recordarle a muchos, que en el momento en que se realizaron las
elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998, el CNE no tenía
representación de algún miembro designado o vinculado al movimiento del para
entonces candidato Hugo Chávez Frías, de lo que se desprende según los
resultados de aquella elección, aquel organismo definitivamente funcionaba muy
diferente al CNE actual; saquen ustedes sus propias conclusiones y
reflexionemos.
El proceso
venezolano para buscar salidas a la crisis está en pleno desarrollo, las
decisiones van y vienen, unos están a favor y otros en contra, pero el país,
nuestra Venezuela no desaparecerá, muchas personas entre las que me incluyo,
estamos trabajando a favor de una salida que no sea violenta, que sirva para
que la gente de verdad se exprese y de este modo se evite un estallido social
que sería negativo a todo nivel.
De allí
nace la necesidad de efectuar un reclamo legítimo a que se nos garantice
nuestro derecho a elegir, sí, a elegir un mejor país que el que tenemos
actualmente, a optar por un mejor futuro, de eso es de lo que se trata.
Las
posiciones diversas hay que respetarlas aunque no se compartan, lo más sensato
es buscar puntos de equilibrio como venezolanos para que entre todos podamos
redireccionar a nuestro país hacia objetivos que nos beneficien y nos hagan
prósperos, aunque no lo parezca hay que hacerlo pronto, así de simple y
sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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