“Venezuela y un Año de Soledad”



No siempre es fácil escribir desde la perspectiva propia, mucho menos si se ha sufrido en carne propia lo que muchos han pasado antes a causa de la situación país que parece no querer terminar nunca, pero se hace el intento, sobre todo cuando mí historia es la de casi 4 millones de compatriotas que están regados por el mundo pudiendo estar aquí en Venezuela con sus familias, amigos y en fin con los suyos.
Tampoco se puede pretender narrar una historia como la de los Buendía en aquella Macondo llena de realismo mágico del Novel de Literatura 1982; lo cierto es que lo vivido en Venezuela durante el último año, entre mayo de 2018 y mayo de 2019 es simplemente espeluznante, con mayor razón para el 98% de los que aún aquí estamos, las historias son infinitas y más aún cuando no imaginábamos ser los protagonistas de las mismas.
Para muchos como mí caso particular, cuando tuve que ver partir a mis hijos en busca de una salida al actual desastre, la solución por más dura fue irse, abandonar sus cariños, sus cosas, su familia, amigos, casa, juguetes, instrumentos de música y un largo etcétera, para partir con una o dos maletas llenas de sueños y también de incertidumbre y hasta inmenso miedo por lo que se tiene que enfrentar.
Hay situaciones en los que el llamado duelo migratorio es total y permanente, personalmente fui testigo de las lágrimas y tristeza de mis muchachos al decir adiós a seres queridos que supieron en ese momento que no volverían a ver jamás, a los abuelitos, incluso a las mascotas, créanme el mundo se le transforma al más pintao y lo más triste es que no es por gusto que se llega a tal circunstancia, es por obligación, por sentido de supervivencia en muchos casos.
Dejar atrás a la familia más íntima, a los amigos cercanos, es tal vez el duelo más duro de llevar, mucho más si hay que dejar hijos, padres mayores, abuelos como señalé; con todo acumulado sin duda para algunos será más difícil, pues todos ellos le dan seguridad, apoyo, cariño, comprensión y confianza al que se va y eso es lo que más pega, el duelo visto de algún modo es lo que podríamos llamar un duelo bidireccional, afecta a los que se van y también a los que nos quedamos, de allí que para mí ya un año es como los “Cien Años de Soledad” de García Márquez.
Sin duda alguna que el año que casi termina en cuanto a mí ha sido uno de los peores de mi vida y también para muchos en nuestro país, la situación en la que nos tiene inmerso el actual régimen, hace que más de uno caiga en la desesperación, quizás con toda razón; pero en éste artículo de opinión, quiero cambiar la óptica de tanta negatividad y pensar aunque sea brevemente en que el cambio hacia un mejor país será posible y lo será si todos nos involucramos en el esfuerzo para que así suceda.
Con mucha frecuencia trasladamos nuestras responsabilidades como ciudadanos a otros, para que sean esos terceros quienes ejecuten y hagan todo cuanto esté en sus manos para que se den los cambios, sin que nosotros como seres pensantes hagamos y demos nuestro aporte, por eso es que se hace imprescindible en los tiempos que vivimos que el concurso sea de "TODOS”, es decir mis estimados lectores, que los cambios inician por nosotros mismos, en nuestros hogares, con la familia, con los amigos y eso activará el efecto multiplicador.
Ahora bien, algo si tiene que estar muy claro y es que para obtener el  éxito esperado, no sólo depende de establecer metas, se trata muchas veces de aprender cómo hacerlo; no tener las metas claras, es algo así como pretender salir a algún sitio y al mismo tiempo no saber a dónde, por lo tanto es de suma importancia establecer la ruta, crear los planes y proyectos necesarios para obtener los mejores resultados; desde el preciso instante en que quedé sólo en el país comenzó esa planificación para lograr reunirme de nuevo con los míos, sucederá pronto.
Cada día que pasa y con la crisis social, moral, económica y política agudizándose, se exige de los que pensamos y queremos un mejor país que tripliquemos o cuadrupliquemos nuestros esfuerzos desde el puesto que desempeñe cada quien, ésta lucha es desde todos los frentes, comenzando por nuestros hogares, es una lucha por sentar nuevamente las bases de la cordialidad, de educación familiar, que parecen tan disminuidos hoy en día, sólo así se podrá reconstruir el entramado social gravemente dañado por más de 20 años de locura revolucionaria.
Algo tan espontáneo como dar las gracias es sin duda necesario en nuestros días y hasta eso se ha perdido, el trabajo que nos viene no será nada fácil mas no imposible, por tal motivo en cuanto a las gracias se refiere, siento que debo agradecer profundamente y siempre a todos mis amigos virtuales, los que siguen y repasan semanalmente mis artículos de opinión, también a los que no, gracias a ustedes es posible estar en las redes, transmitir de modo simple lo que muchos quieren expresar y a veces no pueden hacerlo, gracias especiales a mi editor de todos los días, quien me acompaña en la maravillosa aventura de escribir, gracias hijo querido, aunque lejos físicamente siempre estamos juntos, dios te bendiga, sin tú apoyo y labor mis escritos no llegarían a quienes amablemente los leen, gracias.
Como reflexión final en medio de los preocupantes días que transcurren y los sobresaltos que nos envuelven, me permito decirles que con seguridad los negocios y el trabajo son importantes, pero nunca se debe olvidar que lo más valioso e importante en nuestra vida deberían ser: la familia, los amigos y demás seres queridos; en cada oportunidad que tengan regalen un abrazo, una sonrisa, demuestren cariño y hagan saber lo valiosos que son y cuanto significan para cada uno de ustedes, el afecto y sentimientos si son verdaderos y profundos llenan más que cualquier cosa, así de simple y sencillo.
“Porque la soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos". 

“Cien Años de Soledad” Gabriel García Márquez (1927-2014)

Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68

Sri Shankaracharya


No soy ni el ego ni la razón. No soy la mente ni el pensamiento. No puedo ser escuchada ni descrita en palabras ni puedo ser captada por vía del olfato o de la vista. No puedo ser encontrada en la luz ni en el viento, ni Tampoco en la tierra o en el cielo. Soy conciencia y alegría encarnadas, gloria de los bienaventurados, yo soy. No tengo nombre ni tengo vida, no respiro aire vital. No he sido moldeada por los elementos, ninguna cubierta corpórea es mi hogar. No tengo discurso, no tengo manos ni pies, ni medios para evolucionar. Soy conciencia y alegría, bienaventuranza en la disolución. Dejo a un lado el odio y la pasión, he vencido la desilusión y la avaricia. Ningún indicio de orgullo me acaricia, por lo cual la envidia no alimento. Más allá de todas las creencias religiosas, por encima de la fortuna, por encima de la libertad, por encima del deseo, Soy conciencia y alegría, la suprema felicidad es mi atuendo. Ni la virtud ni el vicio, ni el placer ni el dolor son mi herencia. Ni los textos sagrados, ni las ofrendas, ni las oraciones, ni los peregrinajes. No soy alimento ni el acto de comer ni el que se alimenta. Soy conciencia y alegría encarnada, gloria de los bienaventurados yo soy. No soy pasible de muerte, no estoy dividida en castas ni razas. Ningún padre me ha llamado hijo, ninguna atadura de nacimiento me aprisiona. No soy discípulo ni maestro, no tengo compinches ni amigos. Soy conciencia y alegría, sumergirme en la gloria es mi destino. No soy ni lo conocido, ni el conocimiento o el conocedor, sin forma es mi forma. Habito en los sentidos, pero ellos no son mi hogar. Serena y en equilibrio, no soy ni libre ni esclava. Soy conciencia y alegría y en la gloria soy hallada.

“Las Elecciones que lo Cambiaron Todo”



Aquellas elecciones generales de Sudáfrica, se realizaron del 26 al 29 de abril de 1994; cabe destacar que fueron los primeros comicios celebrados en esa nación aplicando el denominado derecho al sufragio universal, con ese acto multitudinario se consolido el fin del régimen del “Apartheid” (Separación) en idioma Afrikáans, vigente desde 1948, la jornada de votación duró como se indicó cuatro días, motivado a que se formaron largas colas por las que desfilaron millones de ciudadanos.
No todo fue fácil, el proceso estuvo marcado por los asesinatos de veintiún (21) personas, los cuales fueron perpetrados por grupos terroristas vinculados a la extrema derecha sudafricana, se dice que eran opuestos al proceso de democratización que avanzaba con Nelson Mandela al frente.
Recordemos que la mayoría de la población no tenía derechos políticos en la época del Apartheid, por lo que la elección fue un hito en la historia que aún es recordado.

La elección de 1994 en Sudáfrica definitivamente cambio todo; por ejemplo, se creía que no se debía dar a los negros la oportunidad de tener una educación para un tipo de vida del que, al fin y al cabo, después no iban a gozar por ser inferiores, así pensaban los blancos que eran minoría en el país; de esa manera, la población negra quedaría automáticamente relegada a los sectores de trabajo menos privilegiados, como el campo, las minas o el servicio doméstico.
Una persona negra no podía acceder a un edificio por una puerta "solo para blancos" o bañarse en determinadas playas y, en general, todos los servicios, desde el acceso a la medicina o al transporte, estaban segregados y eran de muy distinta calidad, siendo esta siempre mejor para la minoría.
En general, el apartheid regulaba todos los aspectos de la vida, incluso las relaciones sentimentales interraciales, que estaban prohibidas y por supuesto, también impedía votar a la mayoría de la población negra, pero como les venimos explicando todo cambió aquel 27 de abril.
Los retos se colocan para ser vencidos como ocurrió en Sudáfrica, más aún si son impuestos por regímenes como el que está presente en éstos momentos en Venezuela, aquí para empezar la historia tenemos un CNE totalmente manipulado el cual obligatoriamente hay que cambiar para poder avanzar, sin embargo en algunas ocasiones no han podido con la voluntad de muchos, en tal sentido estamos totalmente de acuerdo que si no se modifica en su integridad ese órgano electoral los resultados de cualquier proceso carecerán de credibilidad.

En conclusión como les he expresado e anteriores oportunidades,  aquí lo que está quedando demostrado es que existe una inmensa mayoría de ciudadanos que están comprometidos con que se adelante el cambio político que el país requiere, para enrumbar a Venezuela en la dirección correcta, por otra parte debe haber en el futuro un nuevo enfoque en cuanto a los procesos electorales, que tendrá que pasar también por ajustar y modificar normas leyes y reglamentos sobre la materia, para que el súper control y hasta el abuso de los organismos para con los ciudadanos pueda acabarse.
Finalmente y volviendo al inicio, les digo que en algún momento iremos a una elección, sí una elección que definitivamente cambiará todo, no hay que negarse a ello pues es la vía natural para quienes somos demócratas, por supuesto luego de lograr el cese de la usurpación y la transición correcta; hoy 25 años después de aquella elección sudafricana, quizás las cosas no sean las mejores, pero de que avanzaron avanzaron y Mandela sin duda tenía razón, en Venezuela haremos lo mismo, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68

“Error de Cálculo”



Luego de los acontecimientos ocurridos durante el llamado “Levantamiento de La Carlota”, no podemos dudar que existen dos países muy distintos conviviendo en uno solo; uno compuesto por unas personas que sin importarles nada y a costa de lo que sea, se aferran al poder y pretenden continuar utilizándolo para beneficio propio, en perjuicio de la mayoría y otro en el que nos encontramos los ciudadanos que queremos, deseamos y luchamos cada día por un país diferente, que salieron ese día a apoyar a quienes lo pedían, mucha gente que quiere prosperidad, igualdad y equilibrio social, pero mientras transcurría el evento sucedió algo.

Para algunos quizás suene chocante, pero las cosas buenas y las malas hay que decirlas, mucho más en estos tiempos, la sinceridad hacia la colectividad es sumamente necesaria, es obligante diría yo, la revolución se ha encargado de mentir por más de 20 años y creo que ya es suficiente, no podemos caer en lo mismo.
En primer lugar la gente no salió como se esperaba, cada quién tiene sus razones y se respetan pero esa es una realidad inocultable, fueron muchos los que salieron pero no los suficientes para abarrotar las calles.
Por otro lado ocurrió algo que aunque emocionó a todo el mundo tampoco fue contundente, el alzamiento de parte del área castrense no cumplió los objetivos esperados, para el Presidente (E) Juan Guaidó constituyó un error de cálculo, lo que ha costado que en éste momento nos encontremos en una especie de zona gris, no es blanca ni es negra, es un momento incierto y las consecuencias aún se están evaluando.
Muy importante es que el propio Guaidó está asumiendo ese error y eso se aplaude pues el asumir las responsabilidades no es precisamente una característica de muchos y en la Venezuela Bolivariana menos.
En una entrevista concedida al diario estadounidense “The Washington Post”, Guaidó admitió que esperaba que al producirse una oleada de deserciones dentro del Ejército, Maduro dimitiese y ocurriera lo que todos o la gran mayoría espera, sin embargo, el llamamiento de Guaidó para que los militares se “sumasen al proceso de cambio” no produjo deserciones masivas y el evento se fue desinflando, al menos eso parece.
Hace unos días, en otro de mis artículos dije que la cosa definitivamente no está fácil y que no mejoraría tan rápido hacia el futuro, definitivamente es así, las actuaciones del régimen no hacen sino confirmar el talante antidemocrático, falso y bajo de los que accedieron al poder engañando al pueblo, manejaron la fortuna más grande de la historia y llevaron a un país como Venezuela al desastre en el que se encuentra.
Ante la múltiple presión internacional que no cesa ni un minuto,  “ellos” continúan amparándose en una Asamblea Nacional Constituyente que sigue actuando al margen de la ley por su inconstitucional elección.
Por otra parte, ya el mundo entero ha visto que aquí no respetan ningún tipo de norma jurídica, sea de derecho nacional o internacional, hemos observado cómo el régimen ordena arremetidas violentas que ya no son solamente contra ciudadanos comunes, lo hace contra diputados violando inmunidad parlamentaria, de igual forma lo hacen con estudiantes, sean damas o caballeros, en conclusión aquí los organismos represores del estado no distinguen raza o sexo y mucho menos condición social; el mal gobierno con tal de no permitir que le quiten el poco “poder” que aún le queda, hace y va a hacer lo que sea.
Hay que recordar que el génesis de lo que hoy vivimos fue un Golpe de Estado, sí, contra el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez, que era malo, que no le gustaba a todos, puede que sea cierto o no, pero que con todos los defectos del pasado y con todos los problemas que existían, Venezuela para aquellos años nunca estuvo como lo está ahora.
Todo esto nos lleva irremediablemente a pensar que no se pueden cometer esos “errores de cálculo” así como así, no estamos para eso, la gente se encuentra en un estado de desesperación y al pedirle a los ciudadanos que apoyen debe hacerse con la seriedad que ya nos merecemos todos, no puede haber más relajo, se debe buscar mayor precisión.
Para ir cerrando, quiero referirme al constante llamado que de parte de la administración Trump se hace a los militares “Bolivarianos”, eso tiene un sentido y una intensión aunque muchos no lo crean, habría que leer entre líneas para entender todo lo que significa cuando dice el Vicepresidente Mike Pence que: ¡Aún están a tiempo!, definitivamente les están advirtiendo algo.
En conclusión y por el momento, se debe tener mucho ojo mientras se desarrollan los sucesos, sean cuales sean, pues no todo lo que brilla es oro, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68

Querida mamá: Gracias por todo



Mamá, el otro día, observando mi ombligo, me detuve a pensar qué pequeño y curioso testimonio de una conexión, tan importante.
Una conexión que me recuerda cómo comenzó mi vida…
Cómo comencé a ser yo. Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeño, que dependía completamente de alguien…. Y ese alguien, eras tú mamá.
Estabas a mi lado cuando ensayé mis primeros pasos, fuiste la primera persona que me hizo reír, y escuchaste que la primera palabra que dije fue: Papá. ¡Perdóname mamá!
Me encanta que la gente diga que me parezco a ti, porque es verdad, tenemos los mismos ojos, las mismas orejas y la misma nariz.
Y si los miras de cerca, verás que hasta los dedos de nuestros pies son parecidos. Aunque si lo piensas bien, no es tan sorprendente, siempre seré una parte de ti, porque tú me creaste.
Has esculpido mi rostro con un millón de besos cariñosos, me has enseñado todas las cosas importantes de nuestro mundo, y mi lugar en él, todo lo aprendí de ti, mientras te escuchaba y te observaba.
Has compartido conmigo todos los valores que te hacen tan especial: la bondad, el perdón, la honestidad, la perseverancia, la consideración, y principalmente: La paciencia.
También me enseñaste que incluso el día más terrible, parece mejor con un vaso de leche tibia y galletas. Tu serena filosofía de leche tibia y galletas mamá, me ha ayudado a atravesar los momentos más difíciles, mucho más a menudo de lo que puedas imaginarte.
Lo que trato de decirte mamá, es que eres la base sobre la que se ha formado mi personalidad, y sólo me queda una palabra: Gracias.
Gracias por haberme colmado siempre de abrigo, de seguridad y de amor; por haberme dado todo lo que necesitaba para crecer y desarrollarme. Gracias, porque siempre estabas dispuesta a llevarme a todos lados, gracias por las exquisitas comidas de las que te ocupabas con tanto amor, día tras día, año tras año y te agradezco especialmente mamá, por aquel increíble aroma de pan recién tostado por las mañanas; gracias por dejar a tu tesoro de dos años jugar con tus posesiones más valiosas, y por no haber dicho: te lo dije, te lo dije, todas las veces que hubieras querido. Gracias por levantarme cada vez que necesitaba un abrazo, o ver algo desde la mejor ubicación, lo que seguramente no ha sido nada bueno para tu espalda mamá.
Gracias por volar o rescatarme cada vez que me oías gritar: quiero a mi mamá. Siempre has sabido qué decir, o qué callar, para hacerme sentir mejor.
Gracias, por tantos cálidos y amorosos abrazos, porque arreglabas juguetes y corazones rotos, una y otra vez: Gracia mamá.
Gracias por mantenerme siempre en pie, gracias por asegurarme que podría crecer y alcanzar el éxito en cualquier cosa que me propusiera, si creía en mí, de la misma manera, en que tú lo hacías.
Pero mamá, los dos sabemos que, aunque nuestra relación ha sido maravillosa, no siempre fue tranquila y perfecta. Porque yo, que soy la alegría de tus ojos, no siempre te hice reír. Perdóname por las veces que te hice enojar, o por haber hecho que te preocuparas por mí, y por todas las noches de insomnio que te causé. Perdóname por haberme revolcado en el barro, después de que me hubieras puesto mi mejor ropa y mis zapatos nuevos, y por preguntar: ¿Falta mucho, falta mucho? Cada vez que salíamos.
Me arrepiento de todas la ocasiones en que me puse insoportable, especialmente en los mejores restaurantes; hoy me siento mal por las veces que te desperté a las cinco de la mañana, el día de mi cumpleaños o en Navidad, o por todas aquellas noches en que no había manera de que me durmiera… Perdóname por no haberte dado más tiempo para ti misma, aunque fueran unos pocos momentos tranquilos para pensar… Para soñar.
Ahora comprendo a cuántas cosas renunciaste por mí, porque mi tiempo para jugar siempre estuvo primero que tu tiempo para descansar, mis comidas eran más importantes que las tuyas y mi entrenamiento para dejar los pañales estaba absolutamente antes que nada. Cada vez que tratabas de relajarte, yo irrumpía en tu habitación exigiendo: mamá me muero de hambre, mamá me aburro, mamá no encuentro a mi mascota en ninguna parte, ¡levántate y ayúdame a buscarla ahora mismo!
Hoy comprendo cuántas cosas he logrado gracias a ti mamá, y quisiera tener más de una vida para devolverte todo lo que me has dado.
Me mostraste un mundo lleno de amor y maravillas, me enseñaste a encontrar mi propio camino, y me has hecho mucho más feliz, de lo que puedas imaginar. Quiero que todo el mundo lo sepa: Mi madre es la mejor mamá del universo… Gracias mamá… Gracias por todo.

“El Avión Jefe, el Avión”



No es nada extraño para muchos de nuestra generación, el nombre del presente artículo, todos quienes vimos la famosa serie esperábamos con ansias observar el paso del hidroavión y así escuchar esa voz inconfundible anunciando la llegada de los visitantes con su frase "¡El avión, el avión!" mientras repiqueteaba una campana; de ese modo empezaba “La Isla de la Fantasía” serie de televisión transmitida a finales de los años setenta por la cadena norteamericana ABC.
Lo cierto es que las vivencias diarias de los venezolanos no son una fantasía precisamente, por el contrario estamos inmersos en una pesadilla que pareciera que nunca va a terminar, sin embargo con la última dictadura formal y cruenta que se vivió en el país sucedía lo mismo, se creía que nunca acabaría, pero sucedió.
Según las reseñas históricas, luego de que estallara la huelga de prensa y horas después de esta, la huelga general convocada por la Junta Patriótica el día 21 de enero de 1958, Caracas se detuvo y posteriormente se ejecutó un paro que se cumplió a cabalidad; sin embargo, en muchos sitios se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del gobierno que aún para ese momento dirigía el General Marcos Evangelista Pérez Jiménez, así iniciaron según cuentan los últimos momentos de aquella dictadura.
Posteriormente, el día 22 de enero se reunieron altos jefes militares en la Base Naval de Mamo y en la Comandancia General de la Marina en el Centro Simón Bolívar, para considerar la situación; sus deliberaciones concluyen que debe formarse una Junta Militar de Gobierno la que posteriormente pide formalmente la renuncia al Presidente Pérez Jiménez.
Para la noche de ese mismo día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron plenamente contra la dictadura y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo de las Fuerzas Armadas, decide huir en la madrugada del 23 de enero, rumbo a Ciudad Trujillo, conocida hoy como Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
El dictador huyo de Venezuela a bordo del avión presidencial, un monoplano modelo Douglas C-54, conocido popularmente como “La Vaca Sagrada”, en dicho vuelo, fue acompañado del piloto, Mayor (Av) José Cova Rey; su esposa, Flor María Chalbaud Cardona, sus tres hijas, su suegra; Luis Felipe Llovera Páez quien se desempeñaba como Ministro de Relaciones Interiores, Pedro Gutiérrez Alfaro Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Antonio Pérez Vivas, Gobernador del Estado Táchira, Raúl Soulés Baldó Secretario General de la Presidencia y Fortunato Herrera de quien se decía fungía de testaferro del presidente.
Como han podido detallar, sólo doce (12) personas partieron en el avión presidencial aquella madrugada, en la que renació la democracia en Venezuela, el pueblo se volcó a las calles de Caracas y varias ciudades del país para celebrar la llegada de la libertad.
Ahora nos preguntamos, hoy luego de los recientes acontecimientos ocurridos en las cercanías de la Base Aérea de la Carlota, sabiendo la cantidad de los involucrados en tantas marramucias, delitos, violaciones de derechos humanos y un sinfín de cosas, todos ellos supuestamente amparados bajo el manto de la “Revolución Bonita”, en el momento que les toque como estuvo a punto de pasar, ¿irán a caber todos en el avión?, no sé ustedes, pero yo sinceramente lo dudo mucho.
Recientemente escuchamos en cadena nacional a un General decir que lo intentaron comprar, a otro que no le preocupa para nada ser responsable de delitos de lesa humanidad, cosa que debiera ser preocupante para ellos, la lista es bien grande y está siendo plenamente documentada aunque muchos lo duden, con lo que quiero afirmar, sin lugar a dudas es que en su momento alguien les hará pagar por esos delitos.
El régimen con el paso de los días y en su terquedad de aferrarse al poder, inventa toda clase de artimañas, lo lamentable es que ya muy pocos le creen, como dicen en los pueblos del oriente de Venezuela, esas son “patadas de ahogado” pretendiendo evitar lo inevitable.
Si bien es cierto que los altos niveles de desigualdad económica y el aumento de la pobreza sumado a la inestabilidad de las instituciones democráticas, hacen más difícil la integración social de los sectores que tradicionalmente son los más discriminados y excluidos, no es menos cierto que en los actuales momentos eso se ha agudizado y sin un cambio real todo será peor con el paso del tiempo.
Por lo pronto la presión internacional es continua, si llega el momento de actuar será sin que nadie sepa ni cuándo, ni cómo, ni dónde, pero puede suceder, con total seguridad algunos podrán tomar el “Avión” al ver terminada su fantasía pero otros no podrán de eso tengan la certeza.
Cerrando sólo decimos que los responsables constitucionalmente de un gobierno no son los del sector castrense nada más y llegado el momento si no se consiguen a acuerdos formales y reales de salida a lo que actualmente ocurre en Venezuela y de lo que ellos son grandes responsables, definitivamente tendrán que asumir las respectivas consecuencias, así de simple y sencillo.

Reinaldo J Aguilera R. @raguilera68

VALGO



Más allá del encanto…

VALGO

De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo. Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré. Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo. Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía. Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda. Trate siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome). Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran. Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido. Aprendí que en esta vida nada es seguro, solo la muerte… por eso disfruto el momento y lo que tengo. Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mi me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea. Que la verdadera amistad si existe, pero no es fácil encontrarla. Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas. Que ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti. Eso es vivir…La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sin sabores… aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues, hay errores irremediables. Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón pero siempre hay alguien realmente a dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios. Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre. Y no te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan. Lo mejor está por venir”

Jorge Luis Borges

“Genios sin Estudios e Idiotas con Doctorado”

Para el momento en que les escribo la presente columna, solo han pasado 24 horas prácticamente de que culminó el proceso electoral para reno...