Luego de
los acontecimientos ocurridos durante el llamado “Levantamiento de La Carlota”,
no podemos dudar que existen dos países muy distintos conviviendo en uno solo;
uno compuesto por unas personas que sin importarles nada y a costa de lo que
sea, se aferran al poder y pretenden continuar utilizándolo para beneficio
propio, en perjuicio de la mayoría y otro en el que nos encontramos los
ciudadanos que queremos, deseamos y luchamos cada día por un país diferente,
que salieron ese día a apoyar a quienes lo pedían, mucha gente que quiere
prosperidad, igualdad y equilibrio social, pero mientras transcurría el evento
sucedió algo.
Para
algunos quizás suene chocante, pero las cosas buenas y las malas hay que decirlas,
mucho más en estos tiempos, la sinceridad hacia la colectividad es sumamente
necesaria, es obligante diría yo, la revolución se ha encargado de mentir por
más de 20 años y creo que ya es suficiente, no podemos caer en lo mismo.
En primer
lugar la gente no salió como se esperaba, cada quién tiene sus razones y se
respetan pero esa es una realidad inocultable, fueron muchos los que salieron
pero no los suficientes para abarrotar las calles.
Por otro
lado ocurrió algo que aunque emocionó a todo el mundo tampoco fue contundente,
el alzamiento de parte del área castrense no cumplió los objetivos esperados,
para el Presidente (E) Juan Guaidó constituyó un error de cálculo, lo que ha
costado que en éste momento nos encontremos en una especie de zona gris, no es
blanca ni es negra, es un momento incierto y las consecuencias aún se están
evaluando.
Muy
importante es que el propio Guaidó está asumiendo ese error y eso se aplaude
pues el asumir las responsabilidades no es precisamente una característica de
muchos y en la Venezuela Bolivariana menos.
En una
entrevista concedida al diario estadounidense “The Washington Post”, Guaidó
admitió que esperaba que al producirse una oleada de deserciones dentro del
Ejército, Maduro dimitiese y ocurriera lo que todos o la gran mayoría espera,
sin embargo, el llamamiento de Guaidó para que los militares se “sumasen al
proceso de cambio” no produjo deserciones masivas y el evento se fue
desinflando, al menos eso parece.
Hace unos
días, en otro de mis artículos dije que la cosa definitivamente no está fácil y
que no mejoraría tan rápido hacia el futuro, definitivamente es así, las
actuaciones del régimen no hacen sino confirmar el talante antidemocrático,
falso y bajo de los que accedieron al poder engañando al pueblo, manejaron la
fortuna más grande de la historia y llevaron a un país como Venezuela al
desastre en el que se encuentra.
Ante la
múltiple presión internacional que no cesa ni un minuto, “ellos” continúan amparándose en una Asamblea
Nacional Constituyente que sigue actuando al margen de la ley por su
inconstitucional elección.
Por otra
parte, ya el mundo entero ha visto que aquí no respetan ningún tipo de norma
jurídica, sea de derecho nacional o internacional, hemos observado cómo el
régimen ordena arremetidas violentas que ya no son solamente contra ciudadanos
comunes, lo hace contra diputados violando inmunidad parlamentaria, de igual
forma lo hacen con estudiantes, sean damas o caballeros, en conclusión aquí los
organismos represores del estado no distinguen raza o sexo y mucho menos
condición social; el mal gobierno con tal de no permitir que le quiten el poco
“poder” que aún le queda, hace y va a hacer lo que sea.
Hay que
recordar que el génesis de lo que hoy vivimos fue un Golpe de Estado, sí,
contra el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez, que era malo, que no le
gustaba a todos, puede que sea cierto o no, pero que con todos los defectos del
pasado y con todos los problemas que existían, Venezuela para aquellos años
nunca estuvo como lo está ahora.
Todo esto
nos lleva irremediablemente a pensar que no se pueden cometer esos “errores de
cálculo” así como así, no estamos para eso, la gente se encuentra en un estado
de desesperación y al pedirle a los ciudadanos que apoyen debe hacerse con la
seriedad que ya nos merecemos todos, no puede haber más relajo, se debe buscar
mayor precisión.
Para ir
cerrando, quiero referirme al constante llamado que de parte de la administración
Trump se hace a los militares “Bolivarianos”, eso tiene un sentido y una
intensión aunque muchos no lo crean, habría que leer entre líneas para entender
todo lo que significa cuando dice el Vicepresidente Mike Pence que: ¡Aún están
a tiempo!, definitivamente les están advirtiendo algo.
En
conclusión y por el momento, se debe tener mucho ojo mientras se desarrollan
los sucesos, sean cuales sean, pues no todo lo que brilla es oro, así de simple
y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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