El 8 de
agosto de 1945, es anunciado al mundo el surgimiento de una norma jurídica que
regiría el que hasta ahora se conoce como el juicio más importante en materia
de crímenes contra la humanidad; es así como queda establecido el llamado
“Estatuto del Tribunal Militar Internacional” (IMT) por sus siglas en ingles.
El Tribunal
Militar Internacional (IMT) entro en funciones y estuvo compuesto por jueces de
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética, en el marco del
proceso judicial iniciado al finalizar la guerra; las principales autoridades
nazis serian acusadas entonces y llevadas a juicio en la ciudad de Nuremberg,
Alemania, de acuerdo con el Artículo 6 del Estatuto del IMT por los siguientes
crímenes: (1) Conspiración para cometer los cargos 2, 3 y 4, que se enumeran
aquí; (2) crímenes contra la paz, definidos como la participación en la
planificación y la realización de una guerra de agresión violando numerosos
tratados internacionales; (3) crímenes de guerra, definidos como violaciones de
las reglas de la guerra acordadas internacionalmente; y (4) crímenes contra la
humanidad; "a saber, asesinato, exterminio, esclavitud, deportación y
otros actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, antes o
durante la guerra; o persecución por razones políticas, raciales o religiosas
en ejecución de o en conexión con cualquier crimen dentro de la jurisdicción
del Tribunal, ya sea que violen o no las leyes nacionales del país donde son
perpetrados".
Vale la
pena recordar, que la autoridad más alta de los nazis, la persona con mayor
culpabilidad por el terrible Holocausto, nunca fue juzgado y no estuvo en los
juicios; recordemos que Adolfo Hitler se había suicidado durante los últimos
días de la guerra, al igual que lo hicieron varios de sus asistentes más
cercanos, muchos otros criminales nunca fueron a juicio, algunos huyeron de
Alemania al extranjero, varios cientos llegaron a Estados Unidos y a lugares
tan distantes como la Argentina.
Luego de
innumerables sesiones, finalmente el 1 de octubre de 1946, el Tribunal Militar
Internacional (IMT) anuncio los veredictos, es así como impone la sentencia de
muerte a 12 acusados, éstos fueron: (Hermann Goering, Joachim von
Ribbentrop, Wilhelm Keitel, Ernst Kaltenbrunner,
Alfred Rosenberg, Hans Frank,
Wilhelm Frick, Julius Streicher, Fritz
Sauckel, Alfred Jodl, Arthur
Seyss¬Inquart y Bormann); tres prisioneros fueron sentenciados a cadena perpetua (Rudolf Hess,
el ministro de economía Walther Funk y Raeder). Cuatro reciben sentencias que
van desde los 10 a los 20 años (Doenitz, Schirach, Speer y Neurath), por su
parte el tribunal absuelve a tres de los acusados: Hjalmar Schacht (ministro de
economía), Franz von Papen (político alemán que desempeñó un papel importante
en la designación de Hitler como canciller) y Hans Fritzsche (jefe de prensa y
radio). Las sentencias de muerte de la mayoría fue llevada a cabo el 16 de
octubre de 1946, con dos excepciones: Goering se suicidó poco antes de la fecha
de su ejecución y Bormann continuó desaparecido. Los otros 10 acusados son
ahorcados, sus cuerpos cremados y las cenizas depositadas en el río Iser y
finalmente los siete principales criminales de guerra sentenciados a reclusión
son enviados a la prisión de Spandau en Berlín.
Pues bien,
luego de haber repasado algo de historia, el enfoque lo traemos a nuestra
realidad; resulta que al régimen bolivariano, soberano y antimperialista de
Venezuela, el planeta se le está poniendo cada vez más pequeño y ya la
comunidad democrática internacional está con el ojo bien puesto respecto a todo
lo que aquí ocurre diariamente.
Justamente
en el marco de la reunión anual de la 48va Asamblea General de la Organización
de Estados Americanos (OEA) que se celebra en Washington en éstos momentos, el
vicepresidente estadounidense, Mike Pence, pedirá a los países participantes
que aprovechen la ocasión para suspender a Venezuela del organismo, mediante la
aprobación de una contundente resolución, lo que implica que el país deja de
participar en todas las actividades del ente, así como en los programas del
organismo, como los de anticorrupción, seguridad y promoción de derechos.
La Asamblea
General es el órgano supremo de la OEA y en ella las delegaciones de los países
integrantes deciden la acción y la política del organismo, se determina la
estructura y las funciones de sus órganos y se somete a consideración cualquier
asunto de especial importancia en el continente; créanme el caso Venezuela sin
duda es un asunto de particular importancia en estos momentos para tosa la
región.
Paralelamente
a éste tipo de petición que efectúa el Vicepresidente de los Estados Unidos, ya
es público el informe de un grupo de expertos designado por el secretario
general de la OEA, Luis Almagro, el cual concluyó este martes próximo pasado,
que el Gobierno de Nicolás Maduro ha cometido delitos de lesa humanidad, y por
tanto, existe base legal para denunciarlo ante la Corte Penal Internacional
(CPI); por consiguiente el asunto a los personeros del alto gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela se les pone muy feo, sin lugar a dudas en
algún momento tendrán que rendir cuentas ante la justicia y eso mis queridos
amigos será histórico.
Para los
que conocen perfectamente lo que significa la expresión “Cadena de Mando”, les
será más fácil entender que cuando se precisen responsabilidades no valdrá nada
de lo que algunos piensan que los podrá salvar, los avances tecnológicos han
permitido conservar la memoria de las acciones de todos esos criminales; sus
protagonistas y colaboradores, también de las víctimas, por lo que aquí sólo cabe decirles, bienvenidos al siglo
XXI que tanto les gusta nombrar, lamentablemente ya no les valdrá el mentir en
su defensa, como otrora otros lo hicieron; el “yo no fui”, “yo no participé”, “yo
no di la orden”, “a mí me lo ordenaron” no tendrá ningún valor a la hora de la
verdad.
Definitivamente
habrá un Juicio, no será en Nuremberg en la alejada Alemania, quizás sea en
algún sitio del Caribe más cerca de nosotros y de los acontecimientos, pudiera
ser en la hermosa ciudad de Santa Marta en la hermana Colombia y por qué no, en
la Quinta San Pedro de Alejandrino, en la sala principal muy cerca de la
alcoba, el sagrado recinto donde murió el Padre de la Patria Simón Bolívar, el
17 de diciembre de 1830 a la una de la tarde, lugar en el cual aún se conserva
la cama (catre de campaña) donde murió El Libertador; de ésta manera tendremos
nuestro Nuremberg, pero un Nuremberg Tropical, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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