Las reglas
económicas mundiales rigen el mercado e impactan necesariamente en el aspecto
nacional de cualquier país, no es solo cuestión de capricho del gobernante de
turno en alguno de esos sitios del planeta, el pretender cambiar dichas reglas,
bien sea por simples antojos o por que le provoco aplicar medidas populistas y
pretender que el aspecto económico en su conjunto va a reaccionar
favorablemente por que sí.
No se puede
romper con el equilibrio que existe sin tener consecuencias a corto, mediano e
incluso a largo plazo, aun cuando existe algo que es incuestionable y cierto,
lo constituye el hecho de que los gobiernos tienen el poder, definitivamente es
así, ahora bien, no siempre lo ejercen de manera sabia, por el contrario muchas
veces fallan ampliamente en cuanto a lograr el fin último de servir
eficientemente al interés del pueblo que los eligió.
Esa
eficiencia de la que hablamos, no es otra cosa que cumplir con las funciones
que le corresponden como empleado de un conglomerado que se denomina “País”, se
trata de lograr satisfacer a la ciudadanía de los elementos básicos de
cualquier sociedad, tales como la mayoría de los servicios públicos, como el
acceso a la salud, a la alimentación, a la seguridad, vivienda, a la educación,
a que los trabajadores y empleados devenguen no solamente un salario, si no que
ese ingreso tenga el real y necesario poder adquisitivo, de modo tal que se
pueda sencillamente vivir.
El régimen
bolivariano que ya está cerca de cumplir 20 años en el poder, algo que
sociológicamente equivale a una generación completa por cierto, aun a estas
alturas con base a un modelo mundialmente fracasado, pretende continuar jugando
al economista de mentira, aplicando medidas que no dan ni darán resultados y
por el contrario deteriora aun más el ya golpeado aparato productivo que queda
en Venezuela.
Lo triste
es que existen metodologías y estrategias basadas en el ideario comunista que
tanto les gusta a los “Modernos Bolivarianos”, pero que ellos no aplican pues
su norte es otro y ya sabemos cuál es, así por ejemplo es señalado en un
artículo llamado: “Formas y Métodos de la Planificación Socialista y Nivel de
desarrollo de las Fuerzas Productivas”, publicado en la revista Cuba Socialista
en 1964, en el cual se habla palabras más palabras menos, de que en el campo de
la teoría económica, la acertada aplicación de las medidas constituye un
instrumento indispensable para la formulación de una correcta solución a los
problemas económicos.
Con lo
anterior queremos afirmar, algo tan simple como el factor de que ni con los
propios postulados que dicen seguir los señores de la “Revolución Bonita” han
cumplido ni cumplirán, pues los fines como ya lo hemos dicho, no son beneficiar
a la mayoría, por el contrario los beneficiados son una minoría que se ha enriquecido
con los dineros de los Venezolanos.
Así tenemos
pues, que hoy por hoy los gobiernos en la mayoría de los países en vía de
desarrollo, están siendo exhortados a dar resultados en la constante lucha
contra la corrupción y el respeto al estado de derecho, claramente vemos que en
la “Venezuela del Siglo XXI” esto no ocurre, entre otras cosas porque vencer la
corrupción por ejemplo en medio de una economía con controles dominantes, sean
sociales o no, que suprimen el mercado y donde las recompensas a las
ilegalidades y abusos son altas, es sin duda una lucha prácticamente perdida.
Hablando
menos académicamente, observamos que la manera de comportarse del régimen es el
que se siente a diario, en la calle, en una camionetica de Petare al centro de
Caracas, en el Metro, en las esquinas de cada pueblo o ciudad; la
implementación de un Censo para que ahora se pueda acceder a la compra de
combustible es la guinda de la torta, es algo tan claro como que surgirán los
bachaqueros de la gasolina en cada rincón del país, donde esos bachaqueros sin
duda serán los “amigos” del régimen; la pregunta: ¿Es Justo en un país
productor de Petróleo como Venezuela?, respondan ustedes y saquen sus
conclusiones.
Para
finalizar, no podemos quienes queremos y deseamos un país con un futuro mejor
que el presente, dejar de luchar y aportar a cada momento nuestro esfuerzo para
lograrlo; los supuestos revolucionarios de estos tiempos, hablan y gritan a los
cuatro vientos que les ha tocado la misión histórica de crear un país nuevo, con
hombres nuevos, la misión de desarrollar un país, pues los resultados de esa
misión luego de casi 20 años están a la vista y no necesitan anteojos, así de
simple y sencillo.
Reinaldo Aguilera R. @raguilera68
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