La mayoría de los reportajes y columnas de los más versados,
al igual que los comentarios de la gente de a pie parecen coincidir en algo, la
crisis en Venezuela se agrava, se agudiza con el paso de las horas, en éste
momento la incertidumbre tiene a más de uno en graves problemas; ya estamos en
el segundo semestre del año y nada se endereza, por el contrario la salida luce
cada vez más lejos.
Por otra parte tenemos a un gobierno muy poco serio, que aun
cuando finalmente con sus verdades veladas tuvo que admitir que la fulana
“Guerra Económica” fue un cuento, no logra ningún tipo de cambio que se refleje
en mejoras para la población, lo que pareciera es que con la toma de medidas el
efecto es contrario.
Mucho se está escribiendo respecto a los resultados de las
medidas económicas anunciadas recientemente, mi opinión particular es que
quizás se observen a corto plazo, pero en definitiva no positivamente, el daño
a muchas empresas ya está hecho con el simple aumento loco del salario mínimo,
lo que obligará a más de una a la parada obligatoria más violenta de su
historia; esto sin duda será causa de una baja producción al igual que distribución de productos y
bienes de consumo que afectara también los servicios y en consecuencia a la
gente.
Lo grave del asunto no es que se hayan tomado las medidas,
el asunto es que ya son tardías, con la situación económica actual y acumulada
durante el años y exponencialmente agravada de 2017 para acá por decir lo
menos, todo hace que definitivamente se sienta aún más; se siente en el
bolsillo de cada padre o madre de familia, se siente en el ambiente, se siente
en la inseguridad que aumenta en todos los niveles y todo se interconecta por
el factor común que es el alto costo de la vida.
Estamos en una etapa de transición hacia un nuevo balance de
poder, en el que los factores que hacen vida en la sociedad venezolana deben y
tienen que respetar las normas y leyes establecidas, sobre todo la
constitución, la cual nos rige desde 1999, de allí se debiera partir;
atendiendo con suma atención y seriedad los fenómenos económicos que
indudablemente también son en la mayoría de los casos históricos y
determinantes.
Se trata simplemente de buscar reactivar un aparato
productivo muy deteriorado por las malas medidas tomadas por mismo el gobierno
en la materia, aunque de un lado digan lo contrario, el propio accionar
económico dará los resultados si es que el paquete de medidas funciona y si no
funciona también se verá.
Venezuela siendo un país que depende de la denominada renta
del petróleo, la trascendencia de lo que esto significa para la vida económica
del venezolano es muy alta, no hace falta más que analizar el impacto que causa
en el día a día de todos, el desplome o la subida de los precios
internacionales del barril y por ende de la cesta petrolera, para darse cuenta
de lo mucho que dependemos de ese sector.
Ante estas circunstancias, se hace necesario y decisivo el
que se tomen acciones en lo político que se traduzcan en beneficios a corto y
mediano plazo para la sociedad, para “TODA” la sociedad, porque ya es más que
claro sin distingo de clases y colores, que es la gente, el pueblo en su
conjunto el que está sufriendo la peor crisis que ha vivido Venezuela en muchos
años; una pronta reactivación de las empresas, la nivelación entre la
importación y la producción nacional, una buena y efectiva distribución de la
renta petrolera, el control de la inflación, el ataque a la corrupción, la
mejora del poder adquisitivo real y muchas otras medidas a tomar harán que las
cosas cambien de verdad, de lo contrario viviremos en una crisis permanente,
así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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