Tratar de
explicar dónde comenzó el derrumbe de la Venezuela que era considerada una
verdadera potencia en diferentes aspectos, podría situarse en el momento del
surgimiento de la llamada “Revolución del Siglo XXI”, quizás sería objeto de un
libro más que de una sencilla columna el estudio al respecto.
Me
atrevería a decirles que tal vez desde el mismo inicio del proyecto, con la
conformación dentro de las Fuerzas Armadas de aquel “Movimiento Bolivariano
Revolucionario 200” (MBR-200) inició el fin real, el mismo no era otro que
acabar cual huracán con todo lo existente, sobre todo con las cosas del pasado
que generaban estabilidad a los ciudadanos, ejecutando un malévolo plan de
ensayo y error que tiene sus consecuencias en éste momento, tratando de
reescribir la historia misma de un país.
La
implementación de modelos económico, político y social, con un corte
estrictamente socialista de izquierda, rayando en lo comunista, que no
funcionaron y que aún no lo hacen, son a todas luces la mejor muestra de que
fallaron y la situación del país en 2019 así lo demuestra.
Una nación
con todas las características como las que tiene Venezuela y observar de
primera mano que en los actuales momentos está arruinada, que el aparato
productivo natural simplemente no produce y si produce lo hace a pérdidas,
constituye el mejor ejemplo del gran fiasco tanto del gobierno del fallecido
Hugo Chávez, como el de su pupilo Nicolás.
El
monumental fracaso administrativo del chavismo está ampliamente documentado, un
ejemplo lo encontramos en el libro “Del Pacto de Punto Fijo al Pacto de La
Habana”, obra que ilustra el desperdicio de lo que ha sido el mayor auge
petrolero en la historia del país, y cómo los gobernantes de la otrora y tan
odiada por los revolucionarios 4ta. República, construyeron y desarrollaron
mucho más con mucho menos.
El chavismo
obtuvo en un momento $1.29 billones en ingresos y la mayor parte de eso fue
derrochado, señala la obra, editada por el ex ministro y ex gobernador José
Curiel, y en la que participaron más de dos docenas expertos y académicos.
Con esta inmensa
cantidad de recursos, equivalente a cerca de 100 veces el costo del Plan
Marshall, implementado para la reconstrucción de Europa después de la Segunda
Guerra Mundial, un verdadero gobierno con visión de futuro, ha podido convertir
a Venezuela en un paraíso y no en el país en ruinas que tenemos ahora.
Los
fracasos constantes del mal gobierno de Nicolás Maduro y que salpican e
involucran también al gobierno de “el comandante supremo”, se mide en acciones
y consecuencias, para ningún venezolano analítico, objetivo y pensante, es un
secreto que las nefastas decisiones tomadas por “Ellos” han ido cayendo por su
propio peso una tras otra.
Las medidas
a casi todo nivel han sido tomadas sin medir el daño que le hacían y hacen a
los ciudadanos o quizás siendo abogado del diablo, quizás el daño sí fue
fríamente calculado y lo que les resultó es que se les fue todo de las manos,
con ésta gente cualquier cosa es posible.
Sin
embargo, con todos los argumentos en contra, el maltrecho régimen de Nicolás
Maduro, plagado de escándalos por corrupción, con familiares detenidos
prácticamente in fraganti por tráfico de drogas y con un largo etcétera,
pretende continuar engañando a un país que ya lo descubrió todo, el aparato
propagandístico del régimen es todavía grande y poderoso; cada día, cada hora y
cada minuto por prensa, radio y televisión, manipulan o al menos pretenden
hacerlo, la realidad de muchos y al mismo tiempo se les cae la careta al no
poder sostener las mentiras que transmiten.
Con un país
en el que de manera generalizada el 95% de los ciudadanos están sobreviviendo,
el régimen despliega una campaña denominada #NoMoreTrump (No Más Trump),
inundando de vallas al país con los costos que eso implica; éstas cosas son
entre otras, las que pretenden sostener a un mal gobierno que se sabe perdido y
que también sabe que defraudó a una gran porción de venezolanos, que aspiraban
tener un futuro mejor.
Por lo
pronto, con la aceptación a medias de las partes en conflicto y de la
incorporación de representantes del gobierno Noruego en las gestiones pro
dialogo, podemos afirmar que el huracán rojo puede pasar y disolverse en alguna
medida para poder iniciar la reconstrucción.
Sabemos que
a muchos no les gusta el diálogo pero hay que necesariamente sentarse y
conversar para buscar puntos coincidentes, para abrir un camino que nos permita
salir de este desastre evitando derramamiento de sangre si es posible, para
luego enrumbar al país hacia nuevos escenarios que traerán vida nueva para
todos, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
No hay comentarios.:
Publicar un comentario