Hace unos pocos días, hice referencia a una fotografía que pronto
estará por cumplir 10 años, en ella se encuentra reflejado el liderazgo
de lo que fue la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD),
todos los protagonistas impulsados aún por la posibilidad de lograr
obtener el poder democráticamente, como debe ser, mediante un
proceso electoral en el que la ciudadanía sea la que elija.
Para ese momento estaban juntos, aunque no revueltos, pues el fin
común los unía, María Corina Machado, Pablo Pérez, Diego Arria,
Leopoldo López, Pablo Medina y Henrique Capriles Radonski, todos
aceptaron y mediante propuestas participaron en un proceso interno
dentro de la oposición venezolana, que es considerado exitoso e
histórico, ya que cada precandidato pertenecía a una tendencia
política diferente cada uno del otro, pero todas enfocadas en proponer
mejoras para el país, en contraste con la tendencia social/comunista
del gobierno de Hugo Chávez.
Finalmente, la victoria de ese evento interno lo ganó Henrique
Capriles, iniciando así una de las campañas mejor realizadas y
ejecutadas en mucho tiempo en Venezuela, la sensación que se vivió
a lo largo y ancho del país era de que venía una victoria contundente y
así iniciaría una etapa de progreso; la historia ya la conocemos, con el
uso de artimañas, de estrategias amparadas por el CNE del momento
y un sin fin de cosas más que no vienen al caso, Hugo Chávez ganó la
contienda presidencial aquel 7 de octubre, estando ya diagnosticado
con cáncer incluso.
Volviendo a la fotografía, el contraste de aquel ya lejano 2012 con la
cruel realidad del 2020, es sencillamente espantosa, la sensación de
abandono, de vacío, que se vive en cuanto a la dirigencia opositora en
una Venezuela destruida y acosada por la pandemia de Coronavirus
es muy difícil de ocultar, el avance obtenido con el triunfo en las
elecciones del 2015 de la Asamblea Nacional, se diluyó en el tiempo y
recayó en Juan Guaidó la responsabilidad de echar el resto, lo cual
está haciendo, pero a estas alturas como dicen muchos analistas, se
observan ya fisuras en su accionar.
El caso es que en el mediano plazo no se observa relevo alguno en lo
que respecta a ese liderazgo tan necesario, no existe una concreta
generación de relevo, el pequeño grupo de posibles nuevos dirigentes
está en el exterior y me atrevo a decir que, desprestigiado en alguna
manera, generando cualquier cosa menos confianza para el
venezolano común, el cual piensa con justa razón, que mientras en el
país de carambolas se puede sobrevivir, ellos, los de oposición están
viviendo muy tranquilos junto a sus familiares, en un exilio dorado,
pensando también que les conviene que el régimen perdure, para así
ellos eternizarse en una lucha permanente pero en la comodidad de
sus zonas de confort.
Tristemente, ya con casi una década perdida, con Chávez fallecido y
sus seguidores aún atornillados en el poder, el régimen actual, con un
nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), designado a su medida,
procedió a convocar a todo el país para el día 6 de diciembre del año
2020 al proceso electoral destinado a elegir la nueva Asamblea
Nacional, para el periodo comprendido entre el 2021 y el 2026, sin
duda así sucederá, más aún luego del ataque y desmontaje de las
directivas de los principales partidos de oposición, ahora en manos de
opositores colaboracionistas del propio régimen, que en su momento
fueron amparados por quienes hoy están en el exilio perseguidos,
tremendo pastel.
Aunque se viene alertando respecto a lo negativo de adelantar un
proceso electoral, sin las condiciones mínimas para que el resultado
sea realmente confiable, lo cierto es que el mismo se llevará a cabo y
habrá nuevos diputados, sea que la oposición real participe o no, difícil
es que se logre el efecto ocurrido en 2015 sin duda.
Por otra parte, y volviendo al principio, el tiempo nos ha indicado que
esos dirigentes de la fotografía, se encuentran en situaciones muy
distintas a las de aquel momento de 2012, el tiempo no ha pasado en
vano, de algunos ni se sabe qué están haciendo, otros como el dos
veces candidato presidencial Capriles es un recién estrenado padre y
los años por venir quizás los dedique a su familia, Pablo Medina desde
la ciudad de Miami, nada en una sabrosa piscina para “colaborar” en la
lucha contra la tiranía Chavista, Leopoldo López fue detenido en
aquella marcha y luego de mil cosas ahora está asilado en la
Embajada de España en Caracas, María Corina Machado sigue en su
trinchera, Diego Arria recomienda y sugiere pasos a seguir y Pablo
Pérez perdido del mapa, la vida es otra definitivamente.
Para unos será la década perdida, para otros tiempos de lucha que
parecen no terminar, mientras la vida misma va dando lecciones y nos
exige sacrificios para tener mejores momentos como seres humanos
aunque sea fuera de la patria, en nuestra Venezuela se sigue
sobreviviendo mientras se espera que exista en algún momento
justicia, aunque sea divina, para con todo aquel que llevó a un rico
país al desastre en que se vive actualmente, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R.@raguilera68
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