“Chavismo, CNE y las Elecciones de Laboratorio”


 

Finalmente llegó el día del anunciado segundo simulacro electoral y no

ocurrió nada que ya no supiéramos muchos, debido al papelón del

anterior con el gentío apiñado y trasladado casi a la fuerza, en éste los

actores gobiérneros trataron de hacer ver algo de mayor control, pero

igualmente se les vieron las costuras.

De ésta manera un Consejo Nacional Electoral proclive al régimen

venezolano, celebró un segundo intento de cara a las legislativas del 6

de diciembre, en las que no participará el grueso de la oposición por

considerarlas fraudulentas y además será desde ya un proceso no

reconocido por diversos actores, como la Unión Europea (UE) y por la

Organización de Estados Americanos (OEA) entre otros.

Según la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira

Alfonzo, al dirigirse a periodistas, dijo estar (complacida) por la

movilización de ciudadanos, lo que no aclaró fue lo perdidos que se

encontraban los electores que ni idea tenían de quiénes son los

candidatos y en algunos casos cómo emitir el voto; mucho más

cuando indicó que éste segundo intento, fue (exigido por los electores)

luego de un primer ensayo que se celebró en octubre y en el que se

logró una (participación histórica), aunque las autoridades electorales

nunca han precisado el número de votos registrado en estos procesos

como cosa rara en ellos.

En paralelo, muchos “candidatos”, tratan de hacer magia para que

alguien los reconozca o los escuche, caso es el de Menfri París, quien

fue expulsado a principios de año de la organización Primero Justicia,

uno de los principales partidos de oposición del país, luego estuvo

entre quienes buscaron apoyo del Tribunal Supremo del régimen para

arrebatarselo a sus líderes originales y ahora integra un partido nuevo,

con los mismos colores y casi el mismo nombre.

El “candidato”, tenía planificado un encuentro en Petare donde lo

recibieron con escepticismo y apenas unas 30 personas lo rodearon

para escucharlo, esa es la verdad que se vive, mientras muchos

seguían de largo o se mantenían en lo suyo, ya fuera en las largas

filas para tomar los buses, ingeniandoselas para rendir el poco dinero

que tenían para llevar a casa algo de comer o buscando


desesperadamente vender algo para sobrevivir en la Caracas otrora

sucursal del cielo.

Volviendo al simulacro, tenemos que para esta oportunidad

el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, dispuso 381

centros de votación distribuidos en todo el territorio nacional,

constituidos por 945 mesas electorales, se llevó a cabo para probar los

llamados elementos técnicos del Sistema Automatizado de

Votación y realizar las pruebas de transmisión de resultados para

monitorear su comportamiento y evaluar la eficiencia del mismo, hasta

allí todo muy bien, pero lo que no manejaron en el CNE es el actor

PARTICIPACIÓN, que es el que tendrán que inventar en sus

laboratorios para darle cierta legitimidad a un proceso amañado por

demás.

Con todo lo que viene sucediendo, vemos pues, que lo que se viene

configurando en la Venezuela actual no es más que un quiebre

acelerado y descontrolado del contrato social, con el agravante de que

quienes se ven ya descubiertos en el ejercicio de sus funciones sea

CNE o quien sea, no quieren admitir los fracasos de dicho esquema y

en segundo lugar no están dispuestos a dejar el poder por los

mecanismos constitucionales vigentes, lo que es muy grave.

Para entender un poco el contexto de lo que analizamos en nuestra

presente columna, tenemos como muchas veces lo hemos hecho, que

partir de la idea general e histórica, en este caso hay que referirse

obligatoriamente al “Contrato Social”; es la obra máxima de Jean-

Jacques Rousseau escrita en 1762, donde habla de la igualdad y la

libertad de todos los ciudadanos dentro de un Estado, formado por

medio de ese “contrato” entre los que lo componen.

Por lo importante de los temas tratados, el autor compiló la obra en 4

libros, pero el tercer libro, por su parte, es el más extenso de todos,

en él habla de todas las diferentes formas de gobierno que pueden

existir y Rousseau acaba por concluir, que el gobierno no es otra cosa

que “el ejercicio legítimo del poder ejecutivo” y esa legitimidad debería


existir a todo nivel, en nuestro país en éste instante muy pocos gozan

de tal legitimidad.

También es muy crítico respecto a la extensión y poderes que

puede alcanzar el ejecutivo, ya que para él: “Cuanto más crece el

Estado, más disminuye la libertad”, igualmente establece cuáles son

las características básicas de un buen gobierno, nada, léase bien

NADA de eso está presente en nuestro país, muy triste por demás.

El día del famoso proceso del 6D llegará y sin lugar a dudas se dará

cuenta más de uno que incluso desde el momento de instalación de

las Mesas de Votación, hasta el final se notará la magnitud del fraude,

del engaño que se está configurando desde hace rato y cuyos

resultados tendrán que ser manipulados para dar algo de veracidad al

mamotreto electoral montado.

Una vez más, se podrá muy probablemente evidenciar que el régimen

tiene los pies de barro, la ciudadanía rechazará con algunas

excepciones el parapeto electoral montado por un CNE desprestigiado

que se arrodilla ante un régimen que destruye y no piensa dejar el

poder por una vía normal, así de simple y sencillo.


Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

“Genios sin Estudios e Idiotas con Doctorado”

Para el momento en que les escribo la presente columna, solo han pasado 24 horas prácticamente de que culminó el proceso electoral para reno...