A raíz de la crisis económica, política y social que vivimos
en Venezuela, se ha disparado un fenómeno que para nosotros era prácticamente
desconocido, el emigrar, lo que ha desatado en muchos países del mundo un hecho
que también era quizás inimaginable para muchos y más aún para los que están
padeciendo de lo que he denominado la Venezolanofobia.
Lo cierto detrás del creciente flujo migratorio desde nuestro
país hacia distintas latitudes, existen muchas causas, desde la necesidad de
buscar una mejor vida y oportunidades de un modo correcto, hasta el irse con
otros propósitos no tan sanos y legales, pero sin duda que la primera causa es
la primordial, porque a nadie le agrada por simple capricho, abandonar el lugar
de origen para establecerse en otro sin más ni más.
En tal sentido observamos con suma preocupación que mientras
algunos países y sus gobiernos, preocupados por lo que ocurre, tratan de
colaborar con el flujo migratorio que está llegando a sus países procedente de
Venezuela, prácticamente a la par están surgiendo posiciones que podríamos
considerar de corte xenofóbico, dónde se considera que la llegada de
venezolanos es una invasión a esos territorios, cosa muy lejos de la realidad
tal cual como la pintan.
Los hechos que se suscitan en el país latinoamericano a
diario, han despertado en grupos radicales de otros países un rechazo hacia los
inmigrantes, y ahora, por la llegada masiva de nuestros connacionales a
distintas latitudes, el rechazo es hacia los venezolanos, bien porque en muchos
casos son contratados por sus múltiples capacidades para trabajar o también
porque en menor medida transgreden normas y leyes de aquellas naciones.
Viendo esto que les acabo de explicar, no dejo de recordar
como Venezuela y los venezolanos recibieron durante muchísimos años a personas
procedentes de tantos y tantos países, que llegaron a ésta tierra buscando una
vida mejor, huyendo de dictaduras como las del cono sur (Chile, Argentina),
como de los conflictos armados de Colombia, Perú o Centroamérica; de Europa ni
se diga, habiendo terminado la 2da Guerra Mundial, hoy en día incluso nietos de
aquellos que vinieron, ahora se van y sorpresivamente son maltratados, cosa
simplemente inconcebible, pero real.
Las situaciones que se conocen son tan extremas, que incluso
quienes se han ido tienen que cambiar el acento y disimular al hablar, negar en
oportunidades que el país de nacimiento es Venezuela y hasta han dejado de usar
la gorra venezolana con la bandera patria o peor aún, jamás llevar consigo
ninguna prenda alusiva al tricolor criollo, para así escapar de la creciente
xenofobia que acecha en varios países contra los venezolanos, sobre todo en países
de América Latina, donde hay mayor presencia de coterráneos emigrantes.
Entendiendo esto, debemos necesariamente aclarar en primer
lugar, que no todo es malo para quienes se han ido, existen historias y
experiencias que así lo demuestran, lo que causa dolor profundo e indignación,
es que ya millones de personas, muchos jóvenes que no vieron ningún tipo de
futuro su Venezuela, se hayan ido y lo más triste es que a pesar de las
campañas de que cuando el Chavismo/Madurismo termine volverán, sabemos que no
será así en gran medida, por algo simple, porque ya tienen una vida mejor, cosa
que aquí no encontrarán por muchos años; ya algunos se han casado, tienen hijos
y volver a lo que dejaron atrás será muy difícil.
El inmenso daño causado por el régimen actual que ya lleva
casi 20 años destruyendo todo y a todos, será cuesta arriba enderezarlo en poco
tiempo, por eso es que tiene características de delito contra los Derechos
Humanos y de eso son indubitablemente culpables; prácticamente todos en la
Venezuela actual, tienen al menos un familiar que se fue del país, las familias
están dispersas y divididas por no decir otra cosa y eso no es por deseo
propio, ha sido por la necesidad o la obligatoriedad, lo que configura el más
grande éxodo de la historia de nuestro país.
Desde ésta pequeña tribuna, la petición va en dos sentidos,
por un lado tenemos que agradecer el enorme esfuerzo que países hermanos están
haciendo ante lo que aquí sucede y es negado por las autoridades del mal
gobierno actual, pedirles que así como los venezolanos tendieron la mano en
momentos difíciles, ahora nos ayuden en tan duro trance que nos toca atravesar,
en segundo lugar y no menos importante, que quienes se fueron ya o se van
pronto, lleven lo mejor de su país consigo, las buenas costumbres, la educación
de hogar, la amabilidad, el profesionalismo y la honestidad que siempre nos ha
caracterizado, esas cosas serán el mejor pasaporte y la mejor carta de
presentación para una vida más prospera en los sitios donde busquen un futuro
que aquí les ha sido negado, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera
R. @raguilera68
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