Cuando observamos lo que acontece día a día en nuestro país,
no podemos dejar de pensar en lo que se avecina si no se toman los correctivos
necesarios; en consecuencia inmediatamente analizamos y definimos que un
colapso no es más que la paralización o disminución importante del ritmo de una
actividad, cualquiera que esta sea.
Sin duda alguna, nuestro país se encuentra con los signos
vitales en rojo, parece estar llegando a
un callejón sin salida y el régimen disfrazado de gobierno, quien es el llamado
a resolver, no da respuesta alguna que sea palpable por los ciudadanos. Las
noticias diarias no tienen nada de positivas, demandas internacionales contra
el estado venezolano que se pierden, militares detenidos por tráfico de drogas
con la gravedad de que son muy cercanos a los jerarcas del régimen, policías
detenidos por estar involucrados en secuestros, homicidios o en casos de
extorción y pare usted de contar.
En el preciso instante en que escribimos el presente
artículo, paralelamente visualizamos diferentes noticias que paran los pelos
por decir lo menos, ante los problemas de agua y electricidad por solo dar un
ejemplo, el gobierno alega que se debe a fenómenos naturales como el de “El Niño” que mantiene en sequia a todos
los embalses incluyendo al del Gurí, el cual hace funcionar la central
hidroeléctrica, el colmo es que tal aseveración la efectúa aunque esté ya
lloviendo en las cabeceras de los ríos, cosas que sólo en “revolución” se ve .
Ante esta coyuntura, la salida del gobierno venezolano es
que se disminuya el consumo y el que pueda, que autogenere su propia energía
eléctrica, la situación es insostenible en ciudades como Maracaibo por ejemplo,
que vive de apagón en apagón lo que repercute también en otras regiones del
país.
Así tenemos pues, que los distintos aspectos de normal
desenvolvimiento de Venezuela están totalmente distorsionados, otro punto a
destacar, o constituye el hecho que toca a muchas personas a diario, lo
constituye la grave situación que vive la industria automotriz y de transporte
público en todo el territorio nacional, prácticamente todo el sector se
encuentra paralizado, los concesionarios
de las distintas marcas sobreviven efectuando los servicios que apenas pueden
cubrir, la gente pasa semanas y meses buscando repuestos para sus vehículos que
no se consiguen y de hacerlo les cuesta el equivalente a 5 o 6 meses de
trabajo.
La gravísima situación del transporte público, tiene a la
gente asumiendo riesgos de vida al subirse a las llamadas “perreras” para
lograr a duras penas trasladarse, esa es la realidad que no se puede tapar con
un dedo, está allí y se agudiza con el paso de las horas.
Lo peor es que ante cualquier escenario que es evaluado o
criticado por entes o personas que no tienen la orientación oficialista, el
estado venezolano tiene una respuesta inmediata, incluso por cadena nacional de
radio y televisión, pero las respuestas que da, no son de ningún modo satisfactorias, por el contrario, aun
cuando los resultados de la peor política económica y social están a la vista,
el gobierno sostiene y mantiene su posición inamovible, pretendiendo cada día
hacer creer a los venezolanos que somos un país “Potencia”; y es allí cuando
muchos nos preguntamos, ¿“Potencia” en qué?, ¿Será en destrucción de economías?
o en producción de miseria, porque en eso sí ha sido bien eficiente el actual
desgobierno.
Algo lamentable es lo que ocurre en zonas rurales de nuestro
país, dónde a través del “Control Social”, la mayoría de las personas se mal
acostumbraron a que el estado les diera todo, desde comida (CLAP) hasta dinero
(Bonos Patrióticos), al punto de que existen núcleos familiares enteros cuyos
integrantes no trabajan ni producen nada, solo se mantienen esperando a que el
paternalismo del estado les atienda sus necesidades.
El común denominador en los sitios de concurrencia publica,
son las conversaciones de todo lo mal que va el país, de lo pesado que se hace
el sobrevivir en Venezuela en medio de la mal llamada “Revolución del Siglo
XXI”; lo cierto y sin lugar a dudas, es que el país se encuentra en una
recesión económica permanente y hay que buscar soluciones pero ya.
Es el modo de pensar de quien humildemente les escribe, que
con la toma de decisiones sencillas quizás, se puede ir avanzando para salir de
esta mega crisis en la que estamos inmersos, pero tiene que haber colaboración
y disposición de todos, iniciando por la misma oposición y de algún modo
obligar al gobierno que pareciera no querer dejarse ayudar.
Nuestro país aún tiene gran potencial para ofrecer en muchos
aspectos, tenemos entre otras cosas: ubicación geográfica privilegiada, clima
estable prácticamente todo el año, una enorme biodiversidad, una inmensa gama
de recursos naturales, además del recurso humano, también muchas, muchas cosas
más.
En una Venezuela que se cae a pedazos, lo que hace falta es
voluntad política y el deseo de que las cosas realmente se encaminen por el
sendero correcto, pero para que esto pase hay que dejar muchas cosas de lado,
sobre todo las individualidades, haciendo sacrificios de parte y parte para
lograr el mejor destino para todos. Yo estoy siempre dispuesto, ¿lo estarán
otros? Reflexionemos, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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